Urkullu hace suyo el discurso batasuno

Iñigo Urkullu fue ayer reelegido presidente del PNV. Sus primeras palabras auguran serias complicaciones por su deriva independentista para recuperar Ajuria Enea. Su discurso sonó en el fondo y en la forma como el de cualquier batasuno. Habló de «poner fin a una política penitenciaria vengativa y a una justicia de acompañamiento político», además de «a la presencia de cuerpos ajenos a Euskadi», en referencia al Ejército, la Guardia Civil y la Policía. Estrategia electoral peligrosa. Entre el original y la copia, el votante nacionalista elegirá el original: Bildu.
 

El PSOE, de espaldas a la realidad del país
En el arranque de la legislatura, el PSOE ha dado muestras de que poco ha aprendido de la debacle electoral y de por qué los españoles le propinaron el mayor castigo que se recuerda. Una prueba es que sus primeras iniciativas legislativas han sido la ley de muerte digna y la de igualdad de trato, que los socialistas no pudieron aprobar por la disolución de las Cámaras. Son normas sin respaldo social, al servicio de ese proyecto radical y sectario de convivencia que fue vapuleado el 20-N.
 

Puja por la «vieja guardia» socialista
Carme Chacón anunció ayer que si resulta elegida secretaria general del PSOE ofrecerá a Pérez Rubalcaba un puesto en la dirección del partido. El gesto de la ex ministra es un acierto que supone un reseñable y necesario esfuerzo de integración. La mano tendida de Chacón no sólo es positiva para el PSOE, sino también para el país. En estos tiempos de dificultad, la democracia española necesita en la oposición un partido sólido que sea capaz de ejercer con garantía su labor de control de la acción de gobierno.