Financiación autonómica

Nueva sanidad de tarifa plana e incentivos para médicos ahorradores

El nuevo modelo de gestión compartida renuncia al canon anual de 180 millones de euros

Los consellers de Sanidad, Presidencia y Hacienda, durante la rueda de prensa que ofrecieron ayer tras el pleno del Consell
Los consellers de Sanidad, Presidencia y Hacienda, durante la rueda de prensa que ofrecieron ayer tras el pleno del Conselllarazon

Valencia- El nuevo modelo de gestión compartida de la sanidad aprobado ayer en el pleno del Consell poco tiene que ver con el plan que presentó la Generalitat hace apenas cinco meses. «Solo el objetivo», defendía ayer el conseller del ramo, Luis Rosado, que admitía finalmente haber renunciado a cobrar un canon anual de 180 millones. El titular de Sanidad trató de explicar el porqué del cambio y que este era para mejor. Repitió hasta una decena de veces que la calidad de la red pública se mantiene, que ahora se ahorrará más y que la plantilla de médicos y enfermeras seguirá bajo el control de la Generalitat pese a la entrada de la iniciativa privada en la gestión de los hospitales.

Y es que los recortes llevados a cabo hasta el momento por los Gobiernos central y autonómico «no son suficientes» para frenar el déficit. Se impone un nuevo modelo y el que ha elegido el Consell permitirá el próximo año un ahorro de 178 millones de euros. Lo hará, básicamente, cediendo parte del control a «ingenieros de procesos», es decir, a empresas del sector que le ayuden a gestionar la parte no asistencial del sistema -seguridad, equipamiento, lavandería y la logística, que se centralizarán-. Además, se implanta un sistema de incentivos y la creación de la comisión mixta de este modelo de gestión.

En cuanto a los incentivos, se trata de que los profesionales que hagan bien las cosas -productividad por cumplimiento de objetivos, por actividades que generen mayor eficiencia, por actividades fuera de la jornada establecida y la específica- participarán en los beneficios. Eso sí, lo que se denomina el «área de la bata blanca» seguirá perteneciendo a la Agencia Valenciana de Salud.

Por su parte, la comisión mixta implica el reparto de tareas pero no de la gerencia, que seguirá en manos de la Generalitat. «Aquí quien seguirá mandando será la Administración», aclaró Rosado.

De lo que se trata es de proporcionar a los equipos directivos de los hospitales las herramientas necesarias para detectar y solucionar las áreas de ineficiencia en la gestión. De este modo, las concesionarias ofrecerán apoyo para mejorar la productividad.
Asimismo, se contratará con tarifa plana el transporte sanitario, la ventiloterapia, la terapia respiratoria, la hemodiálisis y resonancia magnéticas, aunque este último servicio tiene un contrato con la Administración hasta 2018 que habrá que revisarse ahora.

El cambio, sin embargo, no gusta a los partidos de la oposición. Al respecto, Compromís cree que supone «la muerte de la sanidad pública valenciana tal y como la conocemos», mientras que el PSPV no entiende «cómo se va a ahorrar si se externalizan servicios que ya estaban externalizados».