Bruselas
Plan anticrisis de urgencia
Contra el paro: Rajoy convoca una reunión con la patronal y los sindicatos para acelerar la reforma laboral. Antidéficit: El jueves se reunirá con los presidentes autonómicos del PP para abordar la reducción del déficit. Mensaje a Europa: El futuro presidente pretende tener las medidas cerradas antes de su toma de posesión, el día 22
MADRID- Mariano Rajoy envió ayer una nueva señal a Bruselas para garantizarse, en la medida de lo posible, cierta estabilidad hasta que oficialmente tome el mando de la situación, lo que el PP prevé que ocurra el próximo 22 de diciembre, posible fecha para su toma de posesión.
Desde Europa no han dejado de llegarle mensajes urgiéndole a adoptar medidas de inmediato contra la «insostenible» tasa de desempleo y para cumplir con los objetivos de déficit. Y él mantiene su intención de cumplir los plazos y los procedimientos, como ratificó ayer ante el Comité de Dirección. Pero entretanto también ha decidido convocar a sindicatos y patronal, por separado, para tantear el terreno de otra reforma del mercado de trabajo sobre la base de su propuesta de una mayor flexibilización de las relaciones laborales; que las condiciones de los trabajadores, como el horario o los salarios, se adapten mejor a la evolución de los contextos económicos y de los mercados para evitar los despidos; avanzar hacia la simplificación contractual para luchar contra la temporalidad; o la reforma de la negociación colectiva para acercar los convenios al nivel de empresa. Mirando a Bruselas, Rajoy advertirá a los agentes sociales de que urge el acuerdo, y que si no llega, él gobernará. Su calendario incluía el verano como fecha tope para tener lista esta reforma y la cada día más delicada realidad le obliga a hacer lo posible por acortar incluso ese plazo, según explican en su entorno.
Rajoy dedicó ayer la reunión del Comité de Dirección del PP a la situación económica, sobre una preocupación creciente por los datos que va conociendo a medida que avanza el traspaso de poderes. Esta semana han empezado ya los contactos sectoriales por ministerios. Pero Rajoy en lo que está es en la economía y aunque oficialmente el PP no se sale del guión de que todo marcha «satisfactoriamente», oficiosamente, sin embargo, fuentes de la dirección se quejan de que todavía no disponen de toda la información que le han pedido al Gobierno.
La clave es la cifra real de déficit, ya que una desviación de un punto o dos implicaría pasar de un ajuste asumible a la exigencia de un sacrificio draconiano.
El PP confía en recibir en esta semana más información sobre la contabilidad nacional real: ayer la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, explicó que el Gobierno en funciones les había trasladado que sólo les iba a aportar los datos de la previsión de liquidación del presupuesto del tercer trimestre y no la definitiva de todo el año.
Por tanto, a día de hoy Rajoy sigue sin conocer «todas las cuentas públicas, en términos de contabilidad nacional y presupuestarios de todo el sector público», así como el estado de las cuentas definitivas de la Seguridad Social. Esto último le preocupa especialmente, según comunicó ayer a puerta cerrada a su Comité de Dirección, por la información que le están llegando de cuál puede ser el cierre del año. Los datos de paro de noviembre también parece que serán desgraciadamente muy malos.
Con los pies sobre este escenario, Rajoy trasladó a su «plana mayor» el mensaje de que el Gobierno tendrá que hacer lo que sea necesario para ajustarse a los objetivos de déficit, como ayer adelantaba en una entrevista con este periódico el ex ministro Miguel Arias Cañete. A cambio, Rajoy espera de Bruselas –y así se lo volverá a trasladar a Angela Merkel y a Nicolas Sarkozy en la cumbre del PPE– que el Banco Central Europeo compre deuda soberana a gran escala y que las instituciones comunitarias apoyen a los países que cumplen.
Para este jueves el presidente electo ha convocado a todos los presidentes autonómicos del PP –la Conferencia de Presidentes la celebrará cuando ya haya sido investido, porque hoy todavía no tiene autoridad para llamar a consultas a los presidentes autonómicos que no son de su partido. En esta cumbre del jueves el orden del día será abordar los ajustes extraordinarios en el gasto público para cumplir con el déficit. Hoy recibe al vicepresidente de la Comisión Europea.
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