Paréntesis vacacional de Griñán para insistir en que agotará la legislatura

Este breve paréntesis vacacional lo aprovechó ayer el presidente de la Junta para reiterar que agotará la legislatura y que Andalucía será, por tanto, la última región en contar con un nuevo Gobierno –las elecciones municipales y autonómicas se celebraron en mayo y las generales están previstas, aún no convocadas, para el 20 de noviembre.
«No se ha producido mayor desconcierto entre las filas del PP como cuando dije que vamos a mantener el calendario electoral, pero no entiendo la sorpresa que pueda tener en la población y mucho menos en el PP, porque lo vengo diciendo desde hace tres años, desde hace dos años, desde hace un año, desde hace un mes, desde hace una semana: tenemos estabilidad parlamentaria y un programa que cumplir», dijo.

Pero el presidente no desveló la fecha, ni aclaró si «agotar la legislatura» significa convocarlas en marzo o posponer la cita a mayo, una posibilidad legal muy criticada por el PP.
Pese a ello, el mensaje tenía un triple destinatario: su partido, la oposición y el electorado socialista.

Con respecto al primero, Griñán aseguró que «nunca» ha recibido presiones de la dirección federal del PSOE para que la cita electoral andaluza coincida con las elecciones generales, un recurso habitual del ex presidente Manuel Chaves y que siguen defendiendo sectores dentro del partido.

Con respecto al principal partido de la oposición, aprovechó su intervención para criticar su actitud ante la crisis. «Del Partido Popular no podemos esperar nada, ni siquiera aún con estos anticipos, ni conocer su agenda oculta; pero lo que sí sabemos es que cuando llegue el momento de la recuperación económica habrá un partido, el PP, que no habrá hecho nada por salir de la crisis», apostilló.

El tercer destinatario de las palabras del líder del Ejecutivo andaluz fueron los votantes del PSOE. Justificó que no haya un adelanto electoral en la agenda legislativa pendiente de desarrollar en otoño, aseguró que en Andalucía no va a haber recortes ni en el sistema educativo ni en la política de sanidad y mostró su convencimiento en que de esta crisis «se puede salir y saldremos tratando de no perjudicar a quienes más están siendo perjudicados por la crisis, que son los que han perdido su empleo».

Griñán rechazó la posibilidad de hacer nuevos recortes, algo que sería perjudicial para sus intereses electorales: «Todos tenemos que hacer los deberes. La estabilidad presupuestaria es buena, pero tengo que decir que no se lleva la estabilidad presupuestaria por el mismo camino, se puede llevar recortando derechos sociales o de otras formas», insistió.