Estados Unidos

Sin salidas

La Razón
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La ola de intervencionismo posterior a la crisis financiera está teniendo consecuencias devastadoras. Esta semana, el Banco Central Europeo (BCE) se manifestaba en contra de una reestructuración de la deuda griega. No es de extrañar, una quiebra se llevaría por delante, entre otros, al BCE, que carece del capital suficiente para absorber las pérdidas que una reestructuración provocaría en su multibillonaria exposición a la deuda griega.

No se sabe qué hubiese pasado de haber dejado caer a Grecia, pero las consecuencias del rescate han sido exactamente las que eran de esperar cuando a alguien se le ocurrió, que un problema de deuda se arregla con más deuda. Grecia está en quiebra, como lo estaba en el momento del rescate. La diferencia ahora es que la Unión Europea, el BCE y el FMI tienen comprometidos más de cien mil millones de euros en el asunto, y Grecia está sumida en una recesión todavía más profunda como consecuencia de los recortes salvajes que se le impusieron.

Entonces, la Unión Europea tenia margen de maniobra, ahora ninguno. No tienen más salida que seguir tirando dinero. Los griegos, en cambio, sí tienen salidas: abandonar el euro o reestructurar su deuda. Sólo así saldrán de su dramática situación económica. Sin salidas deseables estarán también en Estados Unidos si entran de nuevo en recesión. También allí decidieron tirar de deuda para enfrentar la crisis y, ahora que toca una retirada de estímulos, su economía pierde gas. No son éstas las consecuencias de políticas neoliberales, como les gusta decir a algunos, lo son del intervencionismo y de la política socialista de toda la vida, la de abusar del dinero público y traspasar los problemas a futuras generaciones.