El enigma Velázquez

Es un velázquez. Lo que no está claro es que sea Velázquez. El enigma de su autoría quedó resuelto en septiembre de 2009. El Metropolitan Museum of Art de Nueva York acometió la limpieza y restauración de la obra. El proceso reveló que el cuadro pertenecía al pintor sevillano y no a uno de sus discípulos, como señalaba hasta ese mismo día la cartela de la sala. Un descubrimiento que fue celebrado en la comunidad científica y en las pinacotecas de arte antiguo, pero que abría las perspectivas para una polémica nueva.

«Las lanzas», la clave
 ¿Quién es el hombre que aparece en esta pintura? Desde el principio, el hispanista Jonathan Brown discrepó de los que fantaseaban con la posibilidad de un autorretrato del artista. El debate que se inició entonces aún continúa abierto. Durante la presentación de ayer de este lienzo en la sala 9A –donde está expuesta «La rendición de Breda»–, quedaron patentes las discrepancias que existen entre los diferentes especialistas. Keith Christiansen, jefe de Conservación de Pintura Europea del Metrolopolitan, mantiene viva la esperanza de que es Velázquez. El asombroso parecido que guarda con el hombre retratado en el lado derecho de «Las Lanzas», junto al caballo que aparece en la escena, ha dado aliento a todos los que apoyan ese deseo, con motivos o sin motivos. Para muchos, el personaje que se contempla ahí, junto al pañuelo blanco extendido, firma del artista, es un autorretrato. Las semejanzas entre ambos son notables. Por eso se ha deducido que es Velázquez.

Esta teoría también estaría sostenida por el informe de un forense que ha analizado los rasgos faciales de los supuestos retratos que se han conservado del artista –el único seguro es el de «Las Meninas»–. La conclusión de este experto, como explicó Keith Christiansen, es que existen muchas posibilidades para que todos esos rostros pertenezcan a la misma persona. Pero es sólo la opinión de un lado.

El Museo del Prado no se ha pronunciado. Ha remitido a uno de sus especialistas, Javier Portús, jefe de Pintura Española de la pinacoteca madrileña, que discrepa con claridad de estas deduccciones anteriores. Aunque deja abierto que la persona de «La rendición de Breda» y «Retrato de caballero» pueden ser el mismo personaje, descarta ya que sea el propio Velázquez. «"Las Lanzas"es una obra destinada al Salón de Reinos y, aunque, hubo coetáneos que aparecían en estas piezas, Velázquez no se habría atrevido a incluirse en una composición con este significado político e histórico, que había sucedido apenas unos años antes». Para Portús, «Las Meninas», donde el pintor aparece con claridad y de una manera predominante, tiene unas implicaciones y un propósito diferentes . «Él se sitúa al mismo nivel que los enanos que se ven en la escena, como alguien que está al servicio de la Corte», aclara.

No son las únicas evidencias que se manejan. Sólo hay que comparar los supuestos retratos que existen de Velázquez para observar las divergencias que existen. El hombre que se ve en «Las Meninas» no es el mismo que en «Retrato de caballero», a pesar de la diferencia de edad. Y, el Velázquez de «Retrato de hombre» y el joven que se ve en «Adoración de los magos». Los dos son el mismo joven, pero su ancha faz y sus rasgos meridionales, le diferencian bastante del semblante enjuto, pálido, casi consumido que se ve en «La rendición de Breda» y en esta pieza del Metropolitan de Nueva York, que ahora muestra el Prado, y que se incluye en ese estilo que Velázquez aprendió de El Greco –«Caballero con la mano en el pecho», por ejemplo–. Velázquez estuvo familiarizado con la obra de este artista.

El puzle de los rostros
El único retrato confirmado de Velázquez es el de «La Meninas» (arriba, a la izquierda). Los demás, son posibles, pero existen todavía dudas, como es el caso de «La adoración de los magos» y «Retrato de hombre» ( sobre estas líneas, a la izquierda y derecha, respectivamente). El tercero en dispuesta es el retrato de Valencia (arriba, en la línea superior, a la izquierda). El varón de «Retrato de caballero» guarda similitudes con un muchacho que se ve en «Las Lanzas» con un sombrero blanco (arriba del todo, a la derecha).