Cataluña
«He querido escribir sobre la capacidad humana ante el mal»
Alzamora une Guerra Civil y vampiros en la novela gótica «Crim de sang»
BARCELONA– Hay episodios de la historia que son un terreno fértil para crear todo tipo de ficciones. En "Crim de sang"(Proa), la novela con la que Sebastià Alzamora ganó el último Premi Sant Jordi, el autor mallorquín ficciona la Guerra Civil desde una óptica diferente, introduciendo vampiros. Para ello el escritor se inspira en una historia real sucedida en 1936, cuando un grupo de maristas fueron asesinados tras pactar su huida a Francia a manos de los anarquistas que acabaron traicionando a los religiosos. En este marco, Alzamora construye una historia gótica y negra a partir de la investigación del comisario Gregori Muñoz, encargado de descubrir la identidad de un sacerdote marista y de un niño que aparecen muertos en extrañas circunstancias.
Como un «western»
Alzamora explica a LA RAZÓN que su novela trata de «construir una historia a partir de mitos vivos dentro del imaginario del país. La Guerra Civil forma parte de nuestra mitología, como el "western"podía estar en la mitología americana para la generación de la II Guerra Mundial. Lo que sucedió en 1936 todavía se hace notar en sus efectos, y tiene una gran potencia literaria». Su objetivo con esta peculiar historia fue «que la confluencia de mitos me permitiera hablar de la capacidad humana para hacer el mal y la respuesta ante ese mal».
El autor de «La pell i la princesa» y «Miracle a Llucmajor» apunta que con esta obra también ha querido homenajear a algunos de los autores que admira, como Poe, Henry James o Hoffmann, a los que volvió a leer mientras escribía «Crim de sang». Pero es la larga sombra de Joan Perucho la que se deja notar más en su trabajo. «Estoy encantado de tener el espectro del señor Perucho a mi lado porque me gustan mucho "Les històries naturals"y "Les aventures del cavaller Kosmas"», explica. Hay en el libro un retrato de una Barcelona posible y los autores citados «me han ayudado a crear la escenografía. Es como imagino la ciudad en un ambiente agobiante y asfixiante. He querido que sea una novela de espacios cerrados y grutas secretas».
Alzamora cree que la ficción es «uno de los mejores caminos para explicar la realidad, ayuda a entender las circunstancias y la ética de los hechos».
Proceso de investigación
Durante la escritura de «Crim de sang», Alzamora se documentó sobre los hechos reales con los trabajos de Jordi Albertí, Miquel Mir y Josep Benet. También visitó algunos conventos y se entrevistó con monjas para poder visualizar escenarios clave que aparecen a lo largo del relato ganador del Premi Sant Jordi.
«CRIM DE SANG»
Sebastià Alzamora
PROA
280 páginas. 20 euros.
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