Reto alicantino

Exiliado José Joaquín Ripoll del Ayuntamiento de Alicante para que no tuviera opción alguna de acceder a la alcaldía en caso de que la actual mandataria municipal, Sonia Castedo, se vea salpicada seriamente por el «caso Brugal» como auguran muchas voces del partido Popular de la Comunitat Valenciana, las aguas internas de esta formación política comienzan a apaciaguarse tras la designación de Alberto Fabra como presidente regional.
Es verdad que la nueva responsabilidad de Ripoll en el Puerto alicantino ha propiciado el restablecimiento de relaciones, al eliminarse las posibilidades de una confrontación política en caso de que la hipótesis referida se hiciera realidad.
En cualquier caso, Alberto Fabra tiene ante si un gran reto de no fácil solución. Por más que se hayan limado asperezas con el sector denominado ripollista, la otra parte de la confrontación no va a aceptar su arrinconamiento, mucho menos cuando en general fueron ellos los vencedores en las elecciones municipales ganando Ayuntamientos de gran relevancia como Elche, Elda, Torrevieja o Dénia, mientras que «otros» posibilitaban la pérdida de Benidorm, Alcoi o Villena.
Puede que no tardemos en comprobarlo. Así es la vida.