Ingeniería

Crean una nueva baldosa que reduce la contaminación

Una empresa de Molina de Segura ha desarrollado un nuevo pavimento al que se ha añadido en su fabricación unos fotocatalizadores que, al contacto con la luz ultravioleta del sol, repele el hollín procedente de la contaminación de los coches y es más fácil de limpiar.

El empresario Jesús González ha explicado a Efeverde que desde hace años se conocen las propiedades fotovoltaicas de algunos materiales, pero hasta ahora no se había desarrollado un proyecto en laboratorio.

La investigación se ha realizado tras comprobar los resultados de unas baldosas de su empresa, Terrazos González, en las que se habían añadido productos innovadores, colocadas hace años en una calle de Murcia.

Por eso, González se puso en contacto con los investigadores del Centro Tecnológico de la Construcción de Murcia (CTCON) donde se ha desarrollado durante año y medio el nuevo suelo, que sirve tanto para interiores como para aceras, hospitales o piscinas.

Las baldosas cuentan con unos productos inocuos (catalizadores nanoestructurados) que, en contacto con los rayos ultravioleta del sol, desarrollan una reacción química que descompone la suciedad, tanto la orgánica como el hollín de los tubos de escape de los coches (dióxido de nitrógeno).

El responsable de esta empresa familiar ha explicado a Efeverde que esa reacción química reduce la contaminación atmosférica al transformar el dióxido de nitrógeno de los vehículos en otros componentes menos perjudiciales para la salud.

Además, transforma la materia orgánica y evita que se adhiera al suelo, lo que facilita la limpieza por parte de los servicios públicos pues la suciedad se va con el agua de lluvia.
Este proyecto, que ha contado con la subvención del Instituto de Fomento, supone un gran avance en la investigación sobre pavimentos con propiedades medioambientales que ayudan a preservar el entorno, y todo ello sin que se vean afectadas sus cualidades, ya que los fotocatalizadores añadidos son inocuos y no degradan las losas, permitiéndoles mantener su color estable a lo largo del tiempo, ha dicho a Efeverde Antonio Trigueros, director del CTCON.

Otra de las propiedades que se analizó fue las posibles propiedades antibacterianas de los terrazos.

Para ello se procedió a contaminar las probetas con diferentes microorganismos bacterianos y se investigó la reducción de la carga bacteriana en cada uno de los casos, a las 24 o 48 horas de contacto con la misma.

El ensayo permitió conocer que se reduce cerca del 100 por cien los microorganismos comunes, por lo que su empleo es idóneo en espacios públicos como zonas urbanas con tráfico, además de centros sanitarios, deportivos o a las áreas donde se sitúan los contenedores de basura.

El director del CTCON ha destacado la importancia de los centros tecnológicos al poner en contacto a los técnicos con las empresas, para que la investigación revierta en la sociedad y en la economía.