«Ed el rojo» dice que no abandonará el centro político

«Mi padre –un marxista convencido– nunca me habría reconocido por ese nombre», declaró ayer en su primera aparición pública. Durante toda la jornada, Ed Miliband intentó calmar los ánimos y explicó que su entierro del nuevo laborismo no estaba ligado a cambios extremistas. «Las viejas etiquetas ya no funcionan. Al principio, el nuevo laborismo fue un movimiento radical y reformista. Pero luego se frenó en seco y por eso perdimos. Pero no creo que el laborismo deba abandonar el centro político, sino darle forma con sus propuestas», aseveró.

Será mañana cuando tenga que convencer realmente a las gradas de Manchester, donde se celebra el congreso anual del partido, de que su elección ha sido la adecuada. Su primer discurso como líder será analizado minuciosamente por los sectores que aún piensan que su hermano David era el más adecuado para devolverles el poder en las próximas elecciones, más aún teniendo en cuenta la escasa diferencia que dio finalmente la victoria al menor de los Miliband –de tan sólo 1,3 puntos–.

A pesar de que, puertas para afuera, el mayor de los Miliband ha encajado la derrota con dignidad, hay bastantes dudas sobre su futuro dentro del laborismo. David podría coger un puesto en el «Gobierno en la sombra» sólo durante unos meses para apoyar a su hermano y dar la imagen de unidad que tanto necesita. Pero su círculo más cercano no descarta que su destino se encuentre en Estados Unidos o en Bruselas, donde muchos ya le pidieron el año pasado para ser el responsable de la diplomacia europea.