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Los vallisoletanos se implican cada vez más en ayudar a los que menos tienen

Los vallisoletanos se implican cada vez más en ayudar a los que menos tienen
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Valladolid- Es en momentos como el actual, en plena recesión económica y con el mayor número de parados de la historia en España, cuando se demuestra de verdad la solidaridad con los que menos tienen. Y Valladolid puede presumir de ser una ciudad solidaria como la que más, puesto que sus vecinos han respondido con creces a la llamada de los más necesitados. Y en un año dificil. En el que las donaciones de los principales proveedores se han reducido por los ajustes de producción que han tenido que llevar a cabo para hacer frente a esta crisis.

Durante el pasado año, el Banco de Alimentos de Valladolid ha repartido 1,7 millones de kilos de comida entre los más desfavorecidos de la capital, pero también de una treintena de pueblos de la provincia, a través de 189 asociaciones, entre entidades, residencias, Cáritas Parroquiales y Diocesanas e incluso conventos. Una cantidad importante de alimentos, ligeramente superior a la del 2010 y que demuestra que los vallisoletanos siempre están ahí para cuando hace falta.

Destaca el aumento de voluntarios que quieren ayudar -cuentan con una treintena y disponen de una bolsa de noventa para momentos puntuales-, así como el incremento, en casi el doble, de los alimentos recogidos a través de las denominadas ‘operaciones kilo' que normalmente realizan entidades financieras y cadenas de alimentación. Pero que en esta ocasión, la mayor parte de las 140 operaciones que se han llevado a cabo en 2011 y en las que se han recogido más de 66.000 kilos de alimentos, han sido promovidas por la ciudadanía. «Había personas que hacían hasta dos compras en el supermercado; una para ellos, y la otra, para dejarla en el Banco de Alimentos», destaca, orgulloso, José María Zárate, presidente de la Fundación del Banco de Alimentos de Valladolid.

Más pueblos
Zárate hace balance satisfactorio de este 2011 y asegura que arranca este año ilusionado y con numerosos proyectos en mente, como estar presentes en más pueblos de la provincia y relanzar la Federación de Bancos de Alimentos de Castilla y León (Fabecyl), «para ser más fuertes y llegar a más gente», aunque es consciente de que tendrá que lidiar mucho «porque la situación es muy mala». Pese a estas dificultades, el Banco de Alimentos de Valladolid pide a la Junta el apoyo económico del que carece para poder hacer frente a los 40.000 euros que tienen de gasto corriente al año, entre la gasolina de los coches de reparto (6.000 euros en 2011), la luz o el agua que consumen entre las dos naves que tienen.