Estalla la «burbuja» del fútbol

Que no se emita hoy en nuestro país el partido de clasificación para el Mundial 2014 entre Bielorrusia y España puede marcar un antes y después en los derechos de emisión en el mundo del fútbol, tanto a nivel de federaciones como de clubes. «Puede ser un indicio que confirme que la «burbuja» está a punto de estallar a causa de los precios tan abusivos que se están pidiendo en los últimos años», afirma a LA RAZÓN ex directivo de una cadena que no quiere desvelar su identidad. Por ahora, lo único cierto, es que la empresa alemana Sportfive, que lo comercializa, ha hecho uno de los negocios más ruinosos de su historia. Ha jugado con fuego y se ha quemado, quedándose con un partido que estimó que tenía un valor de un millón y medio de euros, aunque en los últimos días haya bajado su cotización hasta 1.100 e incluso los 900.000, algo que no ha convencido a las cadenas españolas.

Mal negocio
«Ya dijimos que TVE no iba a entrar en la puja y nos mantenemos en la misma posición», se afirmó ayer desde la Corporación –que sí emitirá el España-Francia el próximo martes, cuyos derechos ya están pagados por el acuerdo con Santa Mónica, que gestiona los partidos que la Selección juega en España–, y desde Mediaset se afirmaba que «no estamos haciendo ninguna contraoferta». Las razones son similares: emitir el Bielorrusia-España no es rentable y quien compre el encuentro estará haciendo un mal negocio. Se alega que se celebra durante un puente, en un día festivo –en el que hay menos consumo de televisión– y en un horario fuera del «prime time». Sin embargo, hace justamente un mes, algunas fuentes apuntan a que Mediaset España sí desembolsó un millón y medio de euros por un partido similar: el Georgia-España, que también se disputó a las 19:30, prácticamente la misma franja horaria. ¿Que ha cambiado en los últimos 31 días? Porque los descensos de publicidad vienen cayendo de forma constante desde hace muchos meses.

Lo cierto es que hoy se vivirá una situación inédita, ya que no se emitía un partido de la Selección desde hace casi treinta años, concretamente 1983, el Malta-España y fue por problemas técnicos. Además se cae en un vacío legal, ya que 1997, la Ley Reguladora de las Emisiones y Retransmisiones de Competiciones y Acontecimientos Deportivos, establecía entre los acontecimientos de interés general «para la sociedad» los partidos oficiales de la Selección española absoluta, que se deberían emitir en abierto. El espíritu de esta ley se respetó en la Ley General de Comunicación Audiovisual de 2010.

«Hoy por hoy, y así ha sido en los últimos años, los derechos de emisión del fútbol están sobrevalorados», comenta el ex directivo. El propio consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, admitió el pasado mes de agosto que la emisión de la Eurocopa en Telecinco y Cuatro, a pesar de lograr unas audiencias estratosféricas, «no fue rentable» porque no se tradujo en dinero. «La cosa hubiese sido diferente con una situación mejor. Ha sido un mal negocio», aseguró ante un grupo de periodistas. Cabe recordar que Mediaset pagó unos 70 millones.

La Liga de Campeones de la temporada 2010-2011 le supuso la Corporación RTVE un importante coste, exactamente 36 millones de euros por la emisión de trece partidos, lo que supone una media de 2,7 millones por encuentro. Aunque quizá la cifra que más choque, por lo abultado de la cuantía es lo que paga por los partidos clasificatorios de la Selección para el mundial y Eurocopa: 43 millones por un mínimo de ocho partidos al año, lo que se traduce en 5,3 por cada uno.

Parece que la edad de oro del fútbol en la televisión va a formar parte del pasado, ya que la contracción del mercado ha provocado que, por ahora, ninguna haya pujado por el Mundial 2014 y la Eurocopa 2016. Sencillamente, se están autodescartando hasta que los derechos de emisión bajen considerablemente.


TVE puede renunciar a sus derechos
El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, ya afirmó en el Congreso que la Corporación tiene que negociar a la baja el contrato con Santa Mónica, que dispone los derechos de la Selección, por el cual paga 43 millones de euros por un mínimo de 8 partidos de la Selección. «No está en relación con los precios del mercado», dijo.