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Científicos de la UE no ven riesgos alimentarios por la nube volcánica

Las cenizas procedentes del volcán islandés no suponen riesgos para la salud humana o animal a corto plazo, según afirmó la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA). La AESA asegura, en un informe, que con la información existente hasta la fecha no debe haber preocupación por los peligros sanitarios que podría suponer la contaminación de alimentos o piensos con las cenizas de la nube proveniente del volcán Eyjafjalla. Señala que son «insignificantes» los potenciales riesgos por la contaminación de las sustancias de las cenizas en el caso del agua, las frutas, las verduras, el pescado, la carne, la leche o los piensos en la UE. Sin embargo, la AESA reconoce que por el momento hay muchas cuestiones «inciertas», como la dispersión de cenizas en el aire, el volumen en que han caído en territorio europeo, la falta de información sobre su composición o las zonas geográficas afectadas. La AESA responde así a una consulta de la Comisión Europea (CE) sobre los riesgos alimentarios a corto plazo a causa del fluoruro presente en la nube que se formó como consecuencia de la erupción del volcán, el pasado día 14. Los científicos de la AESA publicarán en las próximas semanas un informe sobre los efectos a largo plazo y los riesgos indirectos, una vez que haya más datos sobre el grado en que quedan restos de cenizas en la UE. Por el momento, la AESA se centra en el fluoruro porque muchas publicaciones científicas identificaron en el pasado, cuando hubo erupciones volcánicas, que era el principal compuesto que podía suponer problemas por contaminación de alimentos o piensos. Los seres humanos o los peces pueden estar expuestos a esa sustancia a través del agua y, en el caso del ganado, si comen cenizas que han quedado en la hierba o en el terreno.