Londres

Inglaterra pide la cabeza de Capello

Todos los rotativos apuntan por la destitución del técnico, que gana un dineral, y por la renovación del equipo / La Federación se reunirá dentro de quince días y decidirá

La Razón
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Sin piedad ni compasión y con una retahíla de agravios que parecían no tener fin. Así es como recibió ayer la prensa inglesa a su selección tras la bochornosa derrota contra Alemania. «Habéis defraudado al país», rezaba «The Sun». «Una horrible Inglaterra y no hay excusas», titulaba el «Daily Mail». «Despiadadamente demolida», decía «The Daily Telegraph».Los rotativos coincidieron en que al equipo le faltó ritmo, astucia y físico en el centro del campo. La defensa –o mejor dicho, la ausencia de ésta– cosechó la gran parte de las críticas aunque fue Fabio Capello quien se convirtió en el protagonista de la jornada. Todo el mundo pidió la cabeza del italiano. El «The Sun», el más leído de las islas, sacó a relucir el salario del técnico -6,8 millones de euros- y no tuvo reparos en pedir que dejara el puesto y que se llevara a la «pandilla de perdedores» con él. «Disculpa Capello, deberías dimitir de vergüenza», titulaba en la contraportada el «Daily Mirror». El único que fue un poco más benevolente fue el «The Times», que aseguró que el problema no estaba en el seleccionador, sino en la «creencia errónea de que Inglaterra tiene fortaleza y poder».El italiano tiene contrato hasta finales de 2013 y aunque ayer matizó que no quería dejar el equipo, la Asociación de Fútbol de Inglaterra se tomará dos semanas para decidir su futuro. De la mano de Capello, Inglaterra ganó nueve de sus diez partidos en las eliminatorias europeas y era considerada una de las favoritas junto con España y Brasil.Si finalmente el técnico se queda al frente de la selección, veteranos como John Terry, Steven Gerrard y Frank Lampard podrían dejar de llevar la camiseta, ya que en una reunión con el directivo de la Asociación, Dave Richards, se habló de la necesidad de promover valores jóvenes y armar un nuevo equipo. El técnico sostuvo que los jugadores llegaron cansados al Mundial, tras una temporada agotadora y recalcó que los alemanes tienen un receso de invierno largo y que ésa podría ser la razón por la que parecieron más enteros.Pero ayer no había excusas que valieran. Ni siquiera el discutido «no gol» de Frank Lampard, que hubiera supuesto el empate a dos, sirvió para calmar los ánimos. Y es que para muchos, la disputa era algo «irrelevante», ya que el resultado no significó «una derrota», sino una «humillación». La FIFA se negó ayer a comentar el fallo y el claro fuera de juego en Argentina-México, donde se dio por válido el primer gol de la albiceleste. Además, el organismo dio instrucciones a los responsables de las videopantallas de los estadios para que, a partir de ahora, no ofrezcan la repetición de jugadas conflictivas durante los partidos. La jugada de Lampard fue comentada ayer hasta por el propio primer ministro británico, David Cameron, quien se mostró a favor del uso de la nueva tecnología para ayudar a decidir en situaciones dudosas. «Soy gran seguidor del cricket y el tenis y creo que un tercer árbitro ha sido una gran cosa y las máquinas que hacen ruido en Wimbledon también ayudan –dijo– tal vez esto sea algo que el fútbol pueda considerar». El «premier» británico tuvo que ver el partido con Angela Merkel , canciller alemán, debido a que ambos se encontraban en el G-20. Los que le conocen dicen que tuvo que tirar más que nunca de sus exquisitos modales de Eton para no soltar ningún improperio enfrente de la canciller, una vez que la televisión repitió, insistentemente, el gol de Lampard que no subió al marcador. Recordar lo del 66 queda un poco lejos para las nuevas generaciones.