Japón
Un piloto del Mundial de Motociclismo monje budista
Deporte y religión. Aparentemente no tienen nada que ver. Algunos viven el primero como si fuese su religión y otros viven lo segundo como un deportista de élite, con entrega. Pero la religión está más presente en el deporte de lo que pensamos. La última noticia en la que convergen estas dos disciplinas tiene que ver con el Mundial de Motociclismo.
Parece mentira pero es cierto. El piloto del equipo Thai Honda Singha SAG de Moto 2, Willairot Ratthapark, será monje budista durante 15 días, debido a las tradiciones de su país, Tailandia.
La religión más seguida en su país es la del budismo theravada, que es una de las 18 escuelas que formaron el budismo original. Según explican las tradiciones del país, casi todos los ciudadanos tailandeses deben ejercer de monjes budistas al menos una vez en la vida. Este periodo puede durar de semanas a meses y se debe realizar en la época de los monzones. Es un tiempo de meditación y reflexión mediante el cual el ciudadano tailandés puede encontrarse a si mismo y aprender sobre las situaciones pasadas.
En la ceremonia para tomar los hábitos, Willairot se ha afeitado las cejas y la cabeza, y ha llevado una túnica blanca como símbolo de la pureza. En el acto ha caminado hasta el templo con incienso, una vela y una flor. Estos tres elementos son las ofrendas características del budismo theravada y cada persona se las ofrece a buda de forma individual. La primera en ofrecerse es la vela. Esta simboliza la iluminación de la sabiduría de Buda sobre toda la existencia. La segunda es la de la flor, esta representa el paso de la vida: Todo florece y marchita. Por último, se lleva el incienso cuyo aroma se extiende hacia todas las direcciones, como la influencia de todas las acciones, grandes o pequeñas, que el ser humano realiza.
Otros casos
Pero este no es el único deportista que ha visto su vida profesional influenciada por la religión. Es conocido de sobra el caso de Cassius Clay, uno de los boxeadores más importantes de la historia de este deporte. En 1964 se convirtió al Islam y pasó a llamarse Muhammad Ali. Esto le ocasionó serios problemas cuando se negó a ir al ejercito en 1967 alegando ser musulmán, y por tanto, objetor de conciencia. Pasó cinco años en la cárcel y pagó 10 millones de dolares como multa. Su titulo de boxeo fue retirado.
Otra caso llamativo es el de Kristin Holum, patinadora de velocidad estadounidense, que con tan solo 17 años, sorprendió al mundo en los juegos de 1998 en Japón. Todos auguraban unos grandes resultados para esta deportista en los juegos de Vancouver 2010, pero ella decidió retirarse y ahora es monja Franciscana de la Renovación. La ahora hermana Catherine afirma que esta decisión fue tomada después de una visita al santuario de Fátima en Portugal.
El deporte rey no se escapa de estas tradiciones. Los últimos ejemplos se remontan a la pretemporada de fútbol de este mismo año. El jugador turco Hamit Altintop, en el Real Madrid , y el francés Eric Abidal, en el FC Barcelona, manifestaron sus deseos de hacer el ramadán.
Cuando coinciden dos ámbitos tan diferentes como el deporte y la religión se da lugar a situaciones tan extrañas como la de una monja que podría haber sido medallista olímpica, o un piloto de motos, monje budista. ¿Qué puede ser lo próximo?
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