Un tenor de altos vuelos

Con un «no hay entradas» arrancó la XII Gran Gala de Zarzuela el sábado en el Auditorio Nacional de Madrid. Los amantes del género se dieron cita en la sala sinfónica para presenciar el ya tradicional concierto benéfico anual con lo mejor del lírico español. Numerosos representantes del mundo de la cultura y la política no quisieron perderse este antológico espectáculo, que ofreció lo mejor de la zarzuela. En el patio de butacas pudo verse a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y al ex alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano, que escucharon atentos al presidente de Iberia, Antonio Vázquez, quien hizo alarde de su exquisita voz de tenor.

Repercusión internacional
El otro solista que entusiasmó fue Israel Lozano, una de las voces españolas con más repercusión internacional que tampoco quiso faltar a esta cita. La lista de artistas la completaron las soprano Amparo Navarro y Lorena Valero y el barítono Andrés del Pino y Juanma Cifuentes en el papel de tenor cómico, quienes fueron acompañados en el escenario por la Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, dirigida por Félix Redondo, bajo la batuta del director musical Pablo Mielgo.

La gala, a beneficio de la Fundación SaludArte para la creación de un coro integrado por personas con discapacidad intelectual, fue organizada por la Fundación Sinfolírica, presidida por Sito Tejeiro, y Radio Sol XXI.

Un chotis como despedida
Entre las piezas que pudieron oírse destacó la «Jota» de la ópera «La Dolores», de Tomás Bretón, interpretada por los tenores Israel Lozano y Antonio Vázquez. Fantástico estuvo también el presidente de Iberia en dúo y jota con Lorena Valero en la romanza «Vente conmigo», de la obra «El dúo de la africana». Ambos mostraron una gran armonía artística que desató los bravos y los aplausos de toda la sala. Igual de brillante fue la interpretación de la pieza «El pasacalle de las mantillas» de la zarzuela «El último romántico» a cargo de Amparo Navarro.
Además, la gala regaló a los asistentes el estreno mundial de la romanza «¡Oh, princesa!» de la ópera «El Ingenioso Hidalgo», de Juanjo Colomer, presente en el auditorio, y al que Israel Lozano dedicó la pieza.

El fin de fiesta, y bajo petición de la propia Esperanza Aguirre, fue el afamado chotis de Agustín Lara «Madrid, Madrid, Madrid», interpretado por el barítono Andrés del Pino, quien animó al público para que colaborara con él. Sin duda, como dijo Mielgo antes de concluir su actuación, «un país no es más que su cultura, ésta es nuestra música y siempre deberá serlo».