Barcelona

Ernest Maragall rompe con el PSC para hacer un partido independentista

La fractura empeora las expectativas socialistas el 25-N

Ernest Maragall, en una foto de archivo, en la Generalitat, cuando era consejero de Educación
Ernest Maragall, en una foto de archivo, en la Generalitat, cuando era consejero de Educaciónlarazon

Barcelona- Hace muchos meses que Ernest Maragall –el hermano del ex president Pascual– no se siente cómodo en las filas del PSC. Tanto es así que no sólo ha roto en tres ocasiones la disciplina de voto en el Parlamento de Cataluña, sino que también hace tiempo que busca descontentos entre los socialistas catalanes para poner en marcha un nuevo proyecto político que define como «una gran fuerza de izquierdas genuinamente catalana». Ayer se celebró en Barcelona el primer acto de esta nueva organización que pretende culminar con la fundación del Partit Català d'Europa –una marca registrada en 1998 por Pasqual Maragall–. El objetivo es presentarse en futuras convocatorias electorales porque ahora el proyecto está muy verde. Sin embargo, ya está lo suficientemente maduro como para evidenciar la escisión de los socialistas catalanes.

El partido de Maragall, que por ahora se presenta bajo el nombre Nova Esquerra Catalana, propugna la creación de un estado catalán y pretende ser la competencia de CiU. «El 25 de noviembre el nacionalismo conservador sale con ventaja gracias a la ausencia relativa de la izquierda catalana», opinan los adláteres de Maragall, que rechazan incoporarse a ERC pese a las ofertas que algunos de ellos han recibido de cara a la cita del 25-N.

El acto de ayer, celebrado en el centro cultural Can Fabra, no reunió a más de una cincuenta de personas –algunos de ellos procedentes de Ciutadans pel Canvi, una plataforma creada por Pascual Maragall–. Pese a la modestia del acto, la ruptura de Ernest Maragall puede contribuir a acentuar la caída del PSC en las próximas autonómicas.

A los socialistas catalanes no les queda otro remedio que cruzar los dedos para que no ocurra algo similar a lo que pasó después de que el PSC desplazara a Pasqual Maragall del cartel electoral de los socialistas catalanes. Los responsables de la campaña socialista seguían por entonces el «tracking» –sistema de encuestas diarias– sin observar grandes inflexiones hasta que Diana Garrigosa –la esposa de Pasqual– rompió el carné del PSC. Ese día hubo una pronunciada cuesta abajo en la intención de voto.

Ernest Maragall será el próximo en deshacerse del carné socialista. «Sería incongruente y mantener una ficción», dijo en relación a la posibilidad de continuar vinculado a su histórico partido. Las cosas han cambiado mucho. Hace pocos años, José Montilla le reclamó como consejero de Educación en un gesto que muchos entendieron como un intento por hacer las paces con los hermanos Maragall. Hoy Ernest se ha convertido en adversario del PSC.


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Se lo dijo un día su hermano Pascual, en presencia de su mujer, Diana, en aquellas tertulias en casa del que fuera alcalde de Barcelona: «Ernest, tú siempre serás un díscolo». Se ha cumplido. Tras meses de enfrentamientos, Ernest Maragall da un portazo y se marcha. Nieto del poeta Joan Maragall, siempre a la sombra de su hermano, se integró en el ala de los llamados «patricios», gentes del socialismo catalán ilustrados y de buenas familias, frente a los «obreristas», provenientes de la emigración. Su carácter inquieto, complejo, mucho más que el de Pascual, marcarían su vida política. Economista, analista informático y apasionado de la cartografía, Ernest ha sido un rebelde hasta el final. Si Pascual era brillante, carismático, Ernest era la sombra, un poder un tanto oscuro que maniobraba en silencio. En los últimos meses, dirigentes del PSC le acusaban de deslealtad, por su obsesión en liderar el sector más catalanista del partido e, incluso, amenazar con romperlo. Su salida es una fractura más para el socialismo catalán. Como en esos mapas que son su pasión, el nieto y hermano quiere hoy su propio espacio. Tal vez, desdibujado y quién sabe, en qué lugar.