Bruselas

Duran i Lleida: «Si el PSOE piensa en el futuro debería plantearse sustituir ya a Zapatero»

 «Si alguien quiere hablar en serio de un Gobierno de amplia mayoría estoy dispuesto a sentarme».

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–¿La subida de impuestos a las rentas altas ayudaría a reducir el déficit? –Esto no es un Gobierno serio. Sigue con la improvisación. Peor no se puede hacer. Se desmienten los unos a los otros, una actitud que en absoluto representa la seriedad y estabilidad que reclaman de nosotros desde el FMI, la UE, los mercados y la sociedad. –Al menos ha calmado a la parroquia socialista con la confirmación de que subirá la presión fiscal para los «ricos».–Es un brindis a la galería, a sus bases socialistas, que están desconcertadas por el ajuste social y se han quedado sin discurso.–¿Y CiU está de acuerdo con esa subida de la presión fiscal?–Zapatero debería tener más imaginación en el ámbito de los ingresos e impulsar la generación de empleo con una simple rebaja de cuotas a la Seguridad Social a empresas que mantengan o incrementen puestos de trabajo, porque esa medida comportaría automáticamente ingresos. Pero es incapaz de ir más allá de lo que le dicta Bruselas. No tiene ni imaginación ni iniciativa propia. Y pongo un ejemplo: antes de tocar las pensiones, debería haber empezado, por ejemplo, con la venta de activos que el Estado tiene aún en algunas empresas: ¿por qué mantener el cinco por ciento de Iberia? ¿Por qué no vender una parte importante de AENA? …–¿Se abstendrá CiU en la convalidación del decreto de ajuste cuando se vote en el Congreso?–Estamos a favor de rebajar el déficit público, pero no hemos participado en la redacción de las partidas que el Gobierno ha elegido, en algunas incluso discrepamos, entre otras en la congelación de pensiones. Teóricamente no podemos votar en contra de algo que hemos solicitado, ni a favor de medidas que no compartimos.–Entonces facilitará la convalidación…–Eso ya se verá. En estos momentos, las fuerzas políticas españolas, las que tienen responsabilidades de Gobierno o las han tenido, deben ser conscientes de que no se está examinando simplemente la conducta del Gobierno, también la de la oposición y en especial la del PP como alternativa de Gobierno.–¿Quiere decir, como el PSOE, que el PP con su actitud ha contribuido a la desconfianza en la economía española?–No he dicho eso. Lo que he dicho es que hay organismos –como la UE o el FMI, que han bendecido ese decreto-ley– que están analizando el comportamiento de fuerzas políticas que en su día pueden ser Gobierno, no sólo se preocupan de si el Ejecutivo cumple o no con sus deberes. No entro en las consideraciones sobre si Rajoy ha ayudado a proyectar una imagen de España en términos económicos peor de la que es. El error del PP, seguramente, ha sido no presentar una alternativa económica. Pero más allá de ello, es libre de criticar la política de Zapatero porque, evidentemente, motivos hay de sobra.–Si Zapatero no es partidario de adelantar las elecciones y Rajoy no suma apoyos para una moción de censura, ¿que solución queda?–Desgraciadamente, la solución política pasa por el PSOE. –Explíquese.–Se necesita la colaboración del Partido Socialista. Ellos sabrán qué responsabilidad quieren asumir ante la historia. La situación económica es mucho más grave de lo que ha dicho el Gobierno durante tanto tiempo y desde fuera se nos analiza con lupa. –¿Insinúa que el PSOE debería buscar ya una alternativa a Zapatero?–Sí, creo que el PSOE debería buscar ya una alternativa a Zapatero. Una de dos: o Zapatero gobierna, se baja del burro y rectifica de manera rápida e intensa sus políticas o el PSOE debería plantearse realmente, si es que piensa en el futuro, sustituir ya a Zapatero. –¿Ha hablado con alguien del PSOE sobre ello? –No, no. Eso le corresponde al PSOE. Yo lo que hago, cada vez que debato con el presidente, es exigirle que gobierne. Y si no lo hace, la solución le corresponde al PSOE, yo no pienso inmiscuirme.–¿Se le ocurre alguna alternativa a Zapatero dentro del PSOE?–Creo que hay alternativas.–¿Cuándo reflexionó en alto sobre un Gobierno de amplia mayoría pensaba en usted como presidente del Gobierno?–Yo no sería la persona adecuada, sino alguien del propio PSOE o incluso un independiente.–¿En quién piensa?–No puedo dar el nombre de alguien con quien ni siquiera he hablado. No quiero comprometer a nadie.–Bien, pues si no quiere dar el nombre de quien podría presidir un Gobierno de amplia mayoría, dígame quiénes podrían hacer de ministros.–No, no.–¿No se atreve?–Si alguien algún día quiere sentarse a hablar en serio de esta cuestión, estoy dispuesto a decir lo que pienso al respecto, pero mientras sea puramente una reflexión a la que no se ha acogido nadie, no iré más allá. –¿Le ha llamado alguien tras escuchar su propuesta? –Mi propuesta ha tenido una amplia acogida en la calle; en el escenario político, como si no hubiera dicho nada, y en los medios empresariales, la respuesta ha sido contundente y mayoritaria.–¿Cuál cree que será, finalmente, la respuesta de los sindicatos al recorte social? –El Gobierno debe actuar prescindiendo de lo que pueden hacer los sindicatos. Debe hacer aquello que la situación económica requiere: coger el bisturí agrade o no a los sindicatos; otra cosa es que haya recortes antisociales, como es el caso. Dicho esto, lo mejor para todos es que los sindicatos tengan una respuesta constructiva y proporcionada, y que no vayan a la huelga general. –¿Tienen alguna responsabilidad los sindicatos de la situación a la que hemos llegado por no haber facilitado ningún acuerdo en la mesa de diálogo social?–El responsable es el Gobierno, que no ha sido capaz de gobernar. –Por cierto, le han caído rayos y centellas por cuestionar el PER. ¿Algún matiz? –Lo que dije textualmente fue: «No sé sí ha llegado el momento de reflexionar, sin que nadie se ponga nervioso, sobre esta cuestión». Evidentemente, me sorprende que a alguien que insta a la reflexión se le diga que está insultando y no sé cuántas cosas más. Muchos se han puesto nerviosos, pero en Andalucía hay mucha gente, que no son sindicatos ni políticos, que comparte mi opinión. Sigo pensando que con serenidad hay que reflexionar sobre todo lo que es el mundo de las subvenciones. Las sociedades subsidiadas no tienen futuro y yo lo quiero para Andalucía. He hablado del PER andaluz, pero si hay que hablar de otras subvenciones o subsidios, se habla. –¿También se puede reflexionar sobre las subvenciones a sindicatos, empresarios y partidos, como dice Rajoy?–Se puede abrir un debate, pero lo que ha hecho Rajoy no ha sido más que un titular, no ha añadido más. ¿Sindicatos y empresarios? Hasta donde yo sé reciben subvenciones para cursos de formación. ¿Partidos políticos? Estoy dispuesto a hablar. Es un tema de financiación privada y de supresión de la pública. Si se quiere volver a hablar de financiación privada, creo que en la Cámara no habría mayoría, pero yo sí estoy dispuesto a hablar de ello sin problema.–¿Ha llegado el momento de estudiar el copago sanitario?–Ha llegado el momento de corresponsabilizar al ciudadano en el coste sanitario, y especialmente en el farmacéutico, de sacar del cajón en el que se quedó en su día, en la época de Felipe González, la fórmula del copago. Ha llegado el momento de decir a la sociedad que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que no somos un país rico, y que no podemos seguir actuando como si lo fuéramos. Todos debemos aportar algo y por tanto no me cabe la menor duda de que ha llegado ese momento.–¿Ha llegado el momento de revisar, en definitiva, el Estado del Bienestar?–También habrá que entrar en su día, guste o no guste, en la revisión del subsidio del desempleo en términos generales. No se pueden permitir casos, y los hay (sin ignorar a los que realmente no pueden trabajar), que no tienen trabajo, se les ofrece, lo rechazan y siguen cobrando el paro. Hay muchos casos, y habrá que ligar la percepción del subsidio del paro a políticas activas. Habrá que negar el subsidio del paro a quien, ofreciéndosele trabajo, no lo quiera coger. –¿Usted cree que si el ajuste social no da resultado, Bruselas tiene un plan B con España? ¿Nos impondrán nuevos recortes?–Sin duda, estoy convencido. Incluso aunque éstas funcionen, mucho me temo que no tardarán en pedirnos más reformas. De hecho lo han hecho ya respecto a la reforma laboral, y estoy seguro de que la vigilancia a la que está sometida España por parte de la UE va a comportar que se nos impongan nuevos deberes. ¡Y todo por no haberlos hecho a tiempo! España está bajo protectorado europeo y tiene que hacer lo que le diga Europa.–Después de seis intentos fallidos de sentencia sobre el Estatut, ¿no es fácil mantener que se votó un texto constitucional? –A mí me sigue pareciendo constitucional. Si algo relevante se desprende de la pregunta es que el Tribunal ha intentado en seis ocasiones ponerse de acuerdo para sacar una sentencia; ha tenido tres ponentes distintos y ha sido incapaz. Así que, de una vez por todas, el Tribunal debería de reconocer su incapacidad para sacar una sentencia. Y como, además, es un Tribunal que no se ajusta a la Constitución ni en cuanto al número de personas que deben de integrarlo ni en cuanto al mandato, porque algunas lo sobrepasan en tres años, es hora de que se declare incompetente y diga que no es capaz de sacar una sentencia. ¡Que venga el próximo Tribunal y que de una vez por todas decida!–Usted habla de incapacidad, pero nunca de falta de legitimidad, como dice Artur Mas.–La ley es la ley y un Estado de Derecho se basa en la ley. Por tanto, el Tribunal es legítimo para emitir sentencias sobre los estatutos refrendados. Otra cosa es que el legislador se equivocara al no contemplar que en ese supuesto fuera innecesario el pronunciamiento del TC. En todo caso, hoy la ley es la que es, y es claro que el Tribunal está legitimado para emitir una sentencia sobre el Estatut de Cataluña. Otra cosa es que le falte autoridad moral, e incluso legal, en la medida en que no se ajusta al mandato constitucional.–Insisto en las diferencias con Mas.–Yo expreso mi opinión. Cada uno tiene sus matices.–Pero hay matices importantes entre su posición de centralidad en Madrid y el discurso soberanista de Mas en Cataluña.–A veces hay declaraciones o un discurso teórico que puede parecer contradictorio, pero creo que CiU es una realidad muy amplia y la virtud está en el centro. Sinceramente, creo que el comportamiento de CiU en Madrid representa ese centro de Convergencia i Unió que le ha posibilitado ser Gobierno durante muchos años y le permitirá volver a gobernar a partir del próximo otoño. Si CiU hubiera hecho de ERC no hubiera gobernado en la vida ni volvería a gobernar. CiU debe ser lo que es, y es lo que representa en Madrid de una manera muy clara.–Entonces ¿Mas se beneficiará de que usted sea hoy el político más valorado entre los españoles?–Hay que ser humildes y reconocer que, aunque a nadie le amarga un dulce, en esa valoración soy el menos suspendido, lo cual comporta una autorreflexión importante. Es como ser el tuerto en el reino de los ciegos. Pero sí creo que el trabajo de CiU en Madrid, y el que vuelva a ser referente en la política española, es un activo importante para Artur Mas en las próximas elecciones catalanas.