Europa

Bruselas

PP y PSOE evitan la división y votan juntos el pacto fiscal

La Razón
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MADRID- Mensaje nítido de unidad el que el Parlamento español envió ayer a Bruselas sobre la disposición de España a cumplir con los objetivos de déficit. Gobierno y PSOE escenificaron, a una semana de la cumbre europea, que el pacto Rajoy-Rubalcaba por la defensa de nuestra economía en Europa es inquebrantable. Pero más allá del entendimiento entre socialistas y populares, lo que se visualizó en la Cámara Baja fue un amplísimo respaldo al tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monteria (TECG), más conocido como Pacto Fiscal Europeo. Sólo la izquierda minoritaria se apartó del acuerdo. PP, PSOE, CiU, UPyD, PNV, UPN y FAC sumaron 310 votos frente al rechazo de los 19 diputados de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Amaiur, ERC, BNG, Compromis, NC y Geroa Bai. Y esto a pesar de que los socialistas amagaron con una «abstención» si el Gobierno no aceptaba incluir una enmienda que apostara y explícitamente por el crecimiento e instara al BCE a la compra de deuda soberana. Al final, el PP transigió y presentó en este sentido una iniciativa conjunta en el pleno que se debatirá la próxima semana. Antes, el titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, asumió en su intervención algunos postulados del PSOE sobre crecimiento, pero también matizó lo primero es garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas para ganar confianza en los mercados. Hizo además un alegato en favor del euro y de la integración política europea para garantizar el futuro de la unión, al tiempo que apostó por una revisión competencial del BCE, por la creación de eurobonos o las ayudas a proyectos estratégicos para la UE.

El PSOE quería incluir una disposición adicional, pero al tratarse de un convenio internacional, la propuesta era inasumible técnicamente : «Reconsideren su posición de enmendar el tratado, no es un buen servicio para España. Enviaríamos un mensaje erróneo a la UE», advirtió Margallo. El socialista Juan Moscoso se esforzó en explicar que no se trataba de enmendar el tratado, sino de complementarlo para reforzar a España ante la próxima cumbre europea.