«La siesta es la sauna de los españoles de mi generación»

 Hace poco se presentó su último libro «El hundimiento socialista». ¿De qué se trata?
-De una reflexión sobre cómo un partido hegemónico en la España democrática ha podido convertirse en lo que es en la actualidad, han pasado de ser un árbol frondoso a un bonsái. Para ello he mantenido más de cincuenta charlas con bastantes dirigentes socialistas de distintas épocas y todos, más o menos, están de acuerdo en lo básico.
-¿El gran culpable ha sido Zapatero?
-Zapatero ha sido letal porque significó una salida en falso de la anterior crisis del partido. Se creyeron que estaban ante un Moisés que les llevaría a la Tierra Prometida y se encontraron con un dirigente de segunda que exigía sumisión y fe ciega. Pero no es el único culpable, ni mucho menos, el PSOE ha tenido los problemas propios de los que han tenido una larga permanencia en el poder.
-¿Qué se puede esperar del congreso de este fin de semana?
-No lo sé porque hay que elegir entre lo malo y lo peor, y cuando se trata de elegir lo menos malo la cosa es bastante penosa. No han sido capaces de crear una gestora que capte lo que quiere la ciudadanía, han puesto el carro delante de los bueyes. Además colocan a dos personas quemadas que vienen de sendos fracasos electorales, uno a nivel nacional y la otra a nivel catalán.
-¿Chacón es Zapatero con peluca?
-O con faldas. No olvidemos que ella y su marido, Miguel Barroso, han tenido un papel fundamental en el sanedrín zapaterista.
-En un congreso suele haber tensiones, ¿Le recomendaría que hicieran yoga antes de entrar?
-Más que yoga les aconsejaría que se tomarán algún lexatín que les calme y les quite la ansiedad. Por cierto, Zapatero era tan frío en lo político, en lo personal es bastante amable, que sus compañeros decían que de pequeño se cayó en la marmita del lexatín, como Obelix en la de la poción mágica.
-Veo que el yoga y usted no se han tratado mucho.
-Mucho no, nada.
-¿No le gusta relajarse en una sauna, un spa…?
-He ido poco, alguna vez, y reconozco que resultan de lo más agradable y reconfortante. Ahora bien, lo que más relaja es una buena siesta, la siesta es la sauna de los españoles de mi generación.
-¿Preguntarle si hace deporte…?
-No es decoroso. A mí lo que me va es una buena comida, un buen puro, una copa y una larga sobremesa, algo que a los periodistas nos resulta muy útil. A mi provecta edad es el único vicio que me puedo permitir, no voy a andar ahora con aventuras deportivas.