España

La energía

La Razón
La RazónLa Razón

Resulta que damos al interruptor y se hace la luz. Resulta que vamos a la gasolinera y repostamos combustible sin problemas. Resulta que abrimos el grifo de la ducha y el agua sale caliente gracias al gas. Así podría seguir poniendo ejemplos de lo que significa la energía en nuestra vida cotidiana. Estas operaciones se han convertido en pura rutina y casi nunca se nos ocurre pensar qué sería de nosotros sin luz eléctrica, sin gasolina, sin petróleo o sin carbón. Hemos perdido de vista la importancia que tiene la energía en cada momento del día y de la noche y, sobre todo, no somos conscientes, o preferimos mirar para otro lado, de que España tiene un importante déficit energético que nos hace muy vulnerables. De ahí que esta política sectorial debería ser una cuestión de Estado, por encima de las contingencias de los Gobiernos de turno. Sin embargo, con la política energética se ha hecho electoralismo barato, nunca mejor dicho, especialmente con el recibo de la luz, tanto por parte del PP como del PSOE. Además, en el caso de los Ejecutivos de Zapatero se han tomado medidas que han terminado judicializando esta actividad, por raro que parezca. La posible salida, algunos dicen que huida, de Pedro Marín, el máximo responsable de la política energética española por detrás del ministro Miguel Sebastián, sería una prueba más del caos reinante. Entre uno y otro tienen «esto» hecho unos zorros. Aunque hay quien dice que toda la culpa no ha sido de ellos, sino de las interferencias de Zapatero o de María Fernández Teresa de la Vega. A todos convendría recordar que la energía es clave para la vida de cada día y para la competitividad de las empresas españolas.