Afganistán

Las tropas sufren un ataque diario desde el comienzo de la primavera

Las tropas sufren un ataque diario desde el comienzo de la primavera
Las tropas sufren un ataque diario desde el comienzo de la primaveralarazon

MADRID- El pasado 2 de mayo, los talibanes afganos anunciaron formalmente el comienzo de su ofensiva de primavera. Formalmente, porque informalmente esta empezó a finales de marzo, al menos en la provincia de Badghis, bajo mando español. Desde esas fechas, las tropas desplegadas en esa provincia occidental de Afganistán padecen un ataque diario por parte de los insurgentes. Según fuentes militares consultadas por LA RAZÓN, se producen frecuentes hostigamientos que no en pocas ocasiones acaban en combates que, por el momento, se saldan siempre a favor de las tropas españolas.

Los comienzos de abril fueron especialmente duros. Entre los días 11 y 14 las patrullas españolas sufrieron constantes hostigamientos. El día 12, las tropas recibieron dos ataques que acabaron con largos combates.

La tradicional ofensiva de primavera que realizan los insurgentes cuando se produce el deshielo tiene en Badghis un componente añadido provocado por el avance de nuestras tropas hacia el norte desde Ludina hacia frontera con Turkmenistán. A medida que el contingente avanza por la ruta «Lithium», que une las dos principales ciudades de la provincia, la lucha es casi palmo a palmo. La aparición de una patrulla hispano-afgana en las inmediaciones de un pueblo fronterizo, que sirve de salida del opio hacia el país vecino, provocó el levantamiento de toda la población contra la presencia de las tropas en esos primeros días de abril. Este episodio, si bien se saldó sin que hubiera que lamentar daños personales o materiales, ha elevado la preocupación por lo que serán los meses venideros en ese avance. Las fuentes consultadas hacen predicciones poco halagüeñas para lo que queda hasta que acabe el verano. Ese avance puede dar al traste con el principal negocio de los señores de la guerra, por lo que se teme que los ataques en la zona al norte de Ludina puedan recrudecerse a medida que las patrullas hispano-afganas se extiendan por ese área.

Ayer mismo, seis militares del Ejército afgano murieron y otros tres resultaron heridos por la explosión de un artefacto explosivo improvisado (IED por sus siglas en inglés). Además de éste, los talibanes, mediante sus vehículos de propaganda, se atribuyen la consecución de 39 ataques en la provincia de Badghis desde el pasado 2 de marzo. El problema es que además de los ataques que los «muyaidines» puedan ejecutar, en la provincia «española» hay una notable cantidad de insurgentes que no se pueden incluir estrictamente dentro de la categoría de talibanes pero que combaten también diariamente con las tropas. Estos insurgentes buscan en especial mantener su negocio del tráfico del opio y abiertas las vías de salida de la heroína hacia Turkmenistán.

 

Rendiciones de policías y militares
La propaganda de los talibanes, casi tan activa en la red y sobre el terreno como sus acciones ofensivas, no sólo da cuenta de los ataques que perpetran contra las tropas internacionales y el Ejército y Policía afganos, sino que también destaca los integrantes de estos dos cuerpos que se pasan a su bando. Desde el pasado mes de marzo, sólo en la provincia de Badghis, los talibanes aseguran que 67 militares y policías afganos han pasado a engrosar las filas de la insurgencia, la mayoría de ellos con las armas reglamentarias que les aportan los aliados. O al menos, eso es lo que cuenta la propaganda talibán.