China
Vettel sin noticias de sus rivales
El de Red Bull no tuvo una carrera fácil pero supo dominar la situación desde el minuto uno y sumó su segundo triunfo de la temporada. Alonso, con un coche con problemas en el alerón trasero, pudo conquistar la tercera plaza pero un error le condenó a la sexta plaza. Al menos, se llevó el consuelo de ver que su monoplaza no es tan inferior en carrera como cabía esperar
Lo que parecía todo un "drama"deportivo para Fernando Alonso y Ferrari, al final no acabó tan mal como cabía esperar. El Gran Premio de Malasia pudo ser todo un éxito para la escudería de no ser por circunstancias ajenas al pobre rendimiento que el F150 Italia mostró en las sesiones de entrenamientos previas. No pudieron parar a Vettel pero estuvieron a la altura de los McLaren y el Red Bull de Webber, que se llevó la peor estrategia dentro de su equipo, a cuatro paradas.
Alonso arrancó mal y perdió varias posiciones en favor de los Renault, que salieron como cohetes, y Massa, que le pasaron en el tapón que se produce siempre en las primeras curvas del circuito de Sepang. Vettel no sufrió en la salida y mantuvo a raya a sus rivales desde el minuto uno. Ni Hamilton ni Heidfeld pudieron inquietarle a pesar de los confusos mensajes sobre planes A y B y mal funcionamiento del Kers que el propio piloto compartía con sus ingenieros.
Mientras tanto, la buena noticia era que el Ferrari tenía un buen rendimiento, o al menos, no tan pobre como los días anteriores. Pronto comenzaron las paradas en boxes y las cosas favorecieron a Alonso. Algunos errores de sus rivales y su buen ritmo le llegaron a colocar en cuarta plaza. Button adelantó mucho su paso por boxes y eso le benefició para conseguir la segunda plaza. Todo lo contrario que a Webber, que optó por una táctica muy arriesgada a cuatro paradas y se quedó en quinta posición. La lucha se centró entre Hamilton y Alonso una vez que los Renault perdieron algo de fuelle. Antes, el español dio una pista a sus rivales. Su alerón trasero móvil se rompió y eso le perjudicaba a la hora de adelantar. Y llegó la hora de usarlo. Hamilton defendía la tercera plaza y Alonso quería superarle a toda costa. Lo que debía ser una maniobra fácil para el asturiano si su coche no tuviera ningún inconveniente, se convirtió en toda una pesadilla.
Ambos se marcaron estrechamente durante un par de giros y Alonso lanzó el ataque. Las cosas estaban muy justas y se produjo un ligero toque entre ambos. El más perjudicado fue Alonso, que rompió parte de su alerón delantero y acabó con sus opciones de conseguir un buen resultado. Un error de Alonso provocado por el hecho de no llevar el monoplaza en condiciones. Pero al fin y al cabo, un error propio. Debió pasar por boxes para reparar la pieza y fue cuando cayó hasta la sexta plaza. Además, tuvo suerte porque Hamilton debió hacer lo mismo y perder más posiciones casi al final de la prueba.
Los dos fueron testigos directos de la incontestable victoria de Vettel, que a pesar de quedarse sin kers en mitad de la prueba (o eso al menos dijeron por radio, lo que no quiere decir que fuera verdad o se tratara de una artimaña para provocar el ataque de sus rivales con el consiguiente desgaste de neumáticos), sumó su segunda victoria consecutiva del año. Más líder todavía y sin noticias de sus rivales.
Alonso acabó sexto y se lleva el consuelo de que al menos, su monoplaza no está tan mal como apuntaba en la sesión de clasificación, verdadero caballo de batalla de Ferrari.
Button terminó segundo por delante de Heidfeld, que supo esperar y ocupó el tercer cajón del podio.
Por su parte, Jaime Alguersuari realizó una buena carrera y cruzó la línea de meta en 14º posición. Llegó a estar delante de su compañero Buemi, pero finalmente el suizo terminó ganando su particular batalla gracias a su estrategia a tres paradas frente a las dos de Jaime. Ahora, la F-1 se traslada a China donde el próximo fin de semana volverán a rugir los motores.
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