Los empresarios siguen con inquietud el debate soberanista

BARCELONA– La batalla por la independencia, que Artur Mas ha colocado con argucia en el centro del debate electoral, se ha extendido más allá del círculo político. En los partidos del Barça, en el minuto 17.14 de cada parte, se grita «in-de-pen-dèn-ci-a», en recuerdo a 1714, el año en que Barcelona cayó ante las tropas de Felipe V. Y el mundo empresarial, aunque con discreción, sigue con preocupación el camino que ha tomado Mas. Para muestra, la enorme expectación que despertó el almuerzo-coloquio con Mas del foro Tribuna Barcelona. Doscientas personas se quedaron fuera , aunque pronto les llegaría el mensaje del candidato de CiU a los empresarios: que «hagan piña» y no entorpezcan el proyecto soberanista que piensa liderar la próxima legislatura si gana el 25-N.

En un desayuno en «petit comité» y sin micrófonos, empresarios de la patronal Foment del Treball trasladaron ayer a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, su inquietud ante el debate soberanista.

Lo que más les preocupa es el escenario que puede dibujarse tras las elecciones. Si CiU aprieta el acelerador de la transición nacional para celebrar un referéndum sobre la independencia y si elige a ERC como compañero de viaje, en caso de no sacar mayoría absoluta (68 escaños).

Discreción
Aunque Mas les animara el pasado lunes a sumarse a su proyecto soberanista, los empresarios se mantienen en un plano discreto en este debate. «Nuestra función es crear puestos de trabajo y ayudar a tirar adelante la economía. No nos podemos posicionar. De temas políticos no sabemos nada», se excusaba la presidenta del grupo alimentario Casademont, Adriana Casademont, hace quince días en las jornadas que Esade celebra en el monasterio Sant Benet. Pero tras el llamamiento de Mas, la presidenta del PP catalán intercedió. Les animó «tengan libertad de decir lo que piensan sobre la Cataluña que quieren».

Sánchez-Camacho reprochó a Mas que venda a los catalanes una Cataluña independiente ideal a costa de culpar de las calamidades al Gobierno.

Hasta la fecha, el presidente del Círculo de Economía, Josep Piqué, ha afirmado que «la independencia sería una tragedia para Cataluña». Por su parte, el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, afirmó que estaría obligado a llevarse la sede social a otra ciudad.

La independencia de Barcelona, a consulta
Entendiendo que el referéndum de Artur Mas crea problemas donde no los hay, el presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, retó a quienes reclaman consultas soberanistas a pedir también una consulta sobre la permanencia de Barcelona en Cataluña. Alega que si son coherentes, deberían pedir una consulta sobre la permanencia de Barcelona en Cataluña, o preguntar si Barcelona debería ser distrito federal o reclamar un estatus propio más allá de la Carta Municipal. Mañana, el pleno municipal votará una moción soberanista de ERC.