Muere el popular cantaor y tabernero Pepe «Peregil»

SEVILLA-Siempre lo recordaremos apoyado sobre la barra de su taberna «Quitapesares» o en un balcón cantando en la recogida de una cofradía. José María Pérez Blanco, más conocido como Pepe «Peregil», falleció ayer a los 67 años. Estaba enfermo desde hace meses y, en las últimas semanas, su estado de salud se agravó. Tuvo que ser ingresado en el hospital Virgen del Rocío y allí murió, rodeado de su mujer, sus tres hijos y sus seres queridos.

«Peregil» nació en la localidad onubense de Manzanilla en 1945. Pronto se trasladó a Sevilla, donde abrió varios bares. El que más fama le dio fue el popular «Quitapesares», ubicado en la plaza Jerónimo de Córdoba. Un punto de encuentro para los amantes del tipismo sevillano y las tradiciones más hondas de la capital hispalense.

Su andadura musical comenzó en 1970, cuando ganó un concurso radiofónico. Entonces, grabó su primer disco, que se tituló «Flamenco 70». No menos conocida era su faceta de saetero. Era habitual encontrarlo en un balcón cercano a las iglesias de la feligresía de Santa Catalina, cantando a las imágenes de sus amores. También eran muy populares sus saetas durante la recogida del Cristo del Amor y del crucificado del Museo. Gran amante de la Semana Santa, colaboró en multitud de certámenes benéficos, conciertos y pregones.

En 2009, el Ayuntamiento le rindió un merecido homenaje, concediéndole la Medalla de la Ciudad. Fue el entonces alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, el encargado de entregársela, en presencia del ex presidente de la Junta Manuel Chaves. La junta superior del Consejo de Hermandades, impulsora de la iniciativa, quiso acompañarlo en ese importante día.

Su fallecimiento provocó múltiples reacciones en la ciudad. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, lamentó su «pérdida irreparable» y lo calificó de «sevillano ejemplar». «Vivió Sevilla, cantó a Sevilla e hizo disfrutar a miles de ciudadanos por el mundo entero», aseguró. El portavoz municipal del PSOE, Juan Espadas, señaló que «‘Peregil' aunaba los buenos valores de lo que es Sevilla» y remarcó que «todo el mundo tiene un recuerdo de su taberna y de él como mejor persona».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Hosteleros, Pedro Sánchez Cuerda, subrayó que «ha muerto un tabernero diez; un referente de la hostelería».