Alegría coyuntural por Francisco ARANDA

Los datos del mercado de trabajo de abril indican que, en ese mes, más de sesenta mil personas abandonaron el terrible banquillo del paro, circunstancia de la que hay que alegrarse. Sin embargo, tras analizar en profundidad los datos, la alegría es coyuntural. El paro registrado desciende como consecuencia del fuerte efecto estacional de los servicios, auspiciado por las vacaciones de Semana Santa.
Además, tanto el paro como la afiliación se sitúan en niveles más desfavorables que los registrados en abril de 2010, con tasas de variación interanual de +3,06% y -0,99%, respectivamente. Sin embargo, si queremos analizar homogéneamente la situación del empleo, hay que acudir a los datos desestacionalizados (sin el efecto Semana Santa) que elabora Economía y, en este caso, hay poco espacio para un optimismo sostenible. La corrección por estacionalidad determina que el número de parados en abril crece en 7.110 parados respecto a marzo. Éste es un claro indicativo de que las marcadas evoluciones estacionales estarán determinando la alternancia de buenas y malas noticias en lo que resta de año. Es decir, que vamos sin rumbo y al albur de la caprichosa corriente estacional del turismo. Ante esta situación sólo caben dos actitudes: seguir echándole la culpa a los «malignos» mercados (como decía Jean Francois Revel, cuando el capitalismo fracasa es culpa del capitalismo y cuando lo hace el socialismo también es culpa del capitalismo); o actuar en el mercado de trabajo a través de la negociación colectiva, liberalizar mercados y favorecer la competitividad de nuestras empresas.

Francisco ARANDA
Vicepresidente de la Comisión de Diálogo Social de la CEOE