Libros
Si no te gusta no mires por Rosetta Forner
Enseñar no es pecado. Porque el que no enseña no se da la oportunidad de conseguir su objetivo. La humanidad ha pasado por fases de esconderse y de rebelarse. La minifalda puso punto y final al corsé. ¡Pobres mujeres las que vivían encerradas en semejante instrumento de tortura visteril! No todos los cuerpos son para ser enseñados, pero… ¿desde el punto de vista de quién? La libertad de uno termina donde la del otro. Ergo, si no te gusta, no mires. Obviamente, no imagino a un esquimal enseñando nada, pues se pelaría de frío. El cuerpo, al igual que el dinero, no tiene nada de pecaminoso, la intencionalidad está en los ojos de quien mira. Otra cosa es la estética o el sentido de la misma. Es más, cuanto más se normalice el enseñar, menos impacto causará. Y, si no, al tiempo. Eva le enseñó la manzana a la serpiente, ¿para seducirla? No, ¡para despistarla!
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