Crisis política en Italia
Berlusconi funda «Italia» pero se enfrenta a su Constitucional
Silvio Berlusconi vuelve a estar en manos de los jueces. Ayer comenzaron en la capital italiana las reuniones de los 15 magistrados de la Corte Constitucional que deben decidir si tumban la ley del legítimo impedimento, la cual permite al primer ministro italiano evitar mientras siga en el poder los tres procesos que mantiene abiertos en los juzgados.
Si el veredicto, que se espera para el próximo jueves, resultara negativo para sus intereses, «Il Cavaliere» tendrá que comparecer por los casos Mills, Mediaset y Mediatrade.
No está nada claro qué decidirán los 14 hombres y una mujer que forman la Corte Constitucional. Al parecer, ocho de ellos son favorables a acabar con esta norma, aunque no se da ningún voto por cierto. En caso de paridad, decidirá el presidente del tribunal, Ugo de Siervo, cuyo ingreso en la Corte fue propuesto en su momento por el centro izquierda.
Si «Il Cavaliere» pierde la protección que significa el legítimo impedimento, los analistas consideran que el mandatario italiano respondería primero presentándose un vez más como una víctima de la Justicia y, después, anunciaría la convocatoria de elecciones, como le piden sus aliados de la Liga Norte.
Recuperar la mayoría
Los comicios anticipados, en caso de ganarlos y recuperar la mayoría parlamentaria, le permitirían llevar a cabo la reforma judicial. Éste es uno de los proyectos más ambicionados por Berlusconi, que pretende limitar la independencia y capacidad de influencia en la vida política que hoy tienen los magistrados italianos.
Si finalmente se celebran comicios anticipados, «Il Cavaliere» concurrirá con un nuevo partido político, que sustituiría al Pueblo de la Libertad (PDL), una sigla que considera quemada tras la ruptura con su ex aliado Gianfranco Fini. La nueva criatura política del magnate de las comunicaciones tendrá un nombre corto y contundente: «Italia», y un logotipo muy similar al de los partidos anteriores que ha liderado el hombre más poderoso del país. Se trata de un círculo azul cruzado por la bandera italiana en el que está escrita la denominación del nuevo partido y las palabras «Berlusconi presidente».
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