Gastronomía

«Operación bikini» en Amayra

Crudites de verduras frescas, timbal de láminas de bacalao, brocheta de pavo y tofu a la plancha... Guardar la línea no significa renunciar a comer bien 

«Operación bikini» en Amayra
«Operación bikini» en Amayralarazon

El calor empieza a hacer acto de presencia, el mercurio supera los 25 grados centígrados e irremediablemente toca recuperar la ropa del pasado verano. Si al subir la cremallera comprobamos que los estragos del largo invierno han dejado más huellas de las que pensábamos, quizás sea el momento de iniciar una contundente «operación bikini». Pero que no cunda el pánico. Ponerse a dieta y perder unos kilitos de más no tiene por qué ser sinónimo de renunciar a comer en un buen restaurante. Al menos ése es el propósito de Juan Pedro Lorero, jefe de cocina de Amayra, quien ha creado un «menú wellness» pensado para depurar el organismo y que las calorías de más no se cuelen en la dieta.

 

Mucho más que lechuga

El primer bocado llegará en forma de crudites de verduras frescas con queso philadelphia light (rabanitos rojos, zanahoria, canónigos y endivias). Una vez abierto el apetito, el surtido de lechugas con pepino, tomate y salsa de yogur será la siguiente parada. Y aunque suene a plato aburrido, nada más lejos de la realidad, pues además de colorido resulta de lo más apetecible. No hay dieta sin pescado, por eso en el «menú wellness» uno de los platos fuertes es el timbal de láminas de bacalao con crema de calabaza y espuma de brócoli templada.

 

Aunque a estas alturas de la comida el apetito estará ya más que saciado, aún hay que dejar hueco para un plato más: la brocheta de pavo y tofu a la plancha con salsa de soja, albahaca y brotes de alfalfa que, a pesar de sus pocas calorías, aparece muy bien presentada y resulta de lo más sabrosa.

 

Para mantener a raya las calorías, Ángel García Navas, jefe de sala del restaurante, ofrece agua junto con una cerveza light o sin alcohol. Pero si no quiere renunciar al vino, puede optar por una copa de tinto bajo en calorías.

 

Postre refrescante

Y, por supuesto, también hay hueco para el postre, pues guardar la línea no tiene que significar renunciar a todos los placeres culinarios. Los más golosos se llevarán un buen sabor de boca con el helado de limón sin azúcar en puré de frambuesas, seguido de un café o un té.

Situado en el corazón de la capital española, en plena calle Alcalá y un paso de la puerta del Sol, el restaurante Amayra se presenta como el local idóneo para comer fuera, sin renunciar a perder calorías y a un precio más que acertado. El «menú wellness», que se sirve con pan integral, tiene un precio cerrado de 30 € (IVA incluido) y se puede solicitar tanto al mediodía como por la noche.

Ficha:

>> Dirección. Calle Alcalá, 19, Madrid.>> Reservas. En el teléfono 91 523 46 57.>> «Menú wellness». 30 euros.>> Lo mejor. La carta de vinos, con casi 60 referencias.