El Cairo

El islamista Mursi contra las cuerdas

Egipto, obligado a sellar los túneles fronterizos con Gaza tras el atentado

En el funeral de las 16 víctimas se oyeron gritos contra Mursi. En la imagen, un grupo de familiares llora sobre el ataúd de uno de los soldados fallecidos
En el funeral de las 16 víctimas se oyeron gritos contra Mursi. En la imagen, un grupo de familiares llora sobre el ataúd de uno de los soldados fallecidoslarazon

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, no ha tenido ni sus 100 días de gracia antes de enfrentarse a una seria crisis en la península del Sinaí. El islamista Mursi ha visto como desde que tuvo lugar el domingo el atentado yihadista que terminó con la vida de 16 guardias fronterizos ha aumentado la presión sobre él. De hecho, se trata del peor ataque desde que Egipto e Israel firmaran la paz en 1979. Por una parte, se ha visto obligado a cerrar el paso fronterizo de Rafah indefinidamente, así como a sellar los túneles de contrabando con Gaza, pese a que prometió mejorar la vida de los palestinos. Por otra, ha recibido la reprimenda tanto de Washington como de Tel Aviv por «las amenazas a la seguridad» en el país.

Según Israel, confirmado al diario «Al Ahram» por distintas fuentes egipcias militares y diplomáticas, llevaba un par de semanas advirtiendo de los posibles peligros en la región, incluso se había quejado a EE UU del deterioro de la seguridad en Egipto tras la caída de Hosni Mubarak.

La decisión de El Cairo, que ha culpado del ataque a hombres armados que llegaron a suelo egipcio mediante los túneles que atraviesan la frontera y llegan hasta el territorio controlado por Hamas, ha sido la de sellar los pasos para cerrar «todas las aberturas» que estaban siendo usadas para «operaciones de contrabando, incluido el de personas desde y hasta Gaza», explicó una fuente de seguridad a Reuters.

Ayer también se celebraron los funerales de los 16 muertos en unas emotivas ceremonias en su honor. Según detalla Efe, una multitud de personas se congregó dentro y fuera de la mezquita de Al Rashdan, portando banderas y gritando lemas religiosos como «El mártir es el querido de Alá», mientras efectivos militares protegían los féretros. Al acto militar asistió Husein Tantaui, jefe de las Fuerzas de Seguridad, sin embargo, el presidente y el primer ministro, Hisham Qandil, no estuvieron presentes. Al parecer, un grupo persiguió y atacó a Qandil. De acuerdo con el periodista de «Al Ahram», levantaron sus zapatos y le gritaron: «Les habéis matado vosotros, perros». Minutos después, recomendaron a Mursi que evitara acudir al funeral por motivos de seguridad.

Al cierre de esta edición, ningún grupo había reivindicado la autoría del atentado del domingo. No obstante, las Fuerzas de Seguridad egipcias comenzaron ayer a detener a sospechosos en la localidad de Al Arish, al tiempo que revisan los casos de personas que han abandonado la cárcel desde la caída de Mubarak.