Actualidad

Solicitan que las ayudas para fabricar coches sean para los compradores

Solicitan que las ayudas para fabricar coches sean para los compradores
Solicitan que las ayudas para fabricar coches sean para los compradoreslarazon

Valladolid- La patronal de los concesionarios de venta de vehículos de Castilla y León, Faconauto, advierte de la necesidad de cambiar las ayudas a los fabricantes por las dirigidas a quienes están interesados en adquirir un automóvil para uso particular.

Así lo explica el presidente de Faconauto en la Comunidad, Ángel Concejo: «Donde hay que dar ayudas es en la venta. Si el coche se vende, se va a fabricar. Es así de simple». Y es que, a su entender, la ayuda al cliente permitirá dinamizar un sector lastrado por la crisis, con pérdidas importantes durante los últimos años y que, según las cifras que barajan los vendedores, seguirán por derroteros parecidos durante este 2012, aunque la tendencia será mejor a partir del segundo semestre.

Inyectar ayudas
«Inyectar ayudas al comprador tendrá un efecto positivo para las administraciones públicas, que no es otro que recaudar dinero vía matriculación, IVA u otras vías», recuerda Concejo, quien agrega que «la caída de ventas de los últimos años lo que ha hecho ha sido contribuir a la contracción de la recaudación de las arcas institucionales». En este contexto, remarca que la situación es delicada, dado que «por mucho que se den ayudas a la fabricación, si no se venden vehículos, los fabricantes no los van a querer en una campa».

Por ello incide en que las administraciones competentes, en concreto el Gobierno central, debe darse cuenta de que la situación de mercado, con un desplome general de las ventas, «es peligrosa para los distribuidores, pero también para los fabricantes, que están aplicando expedientes de regulación de empleo y parando fábricas temporalmente».

Concentración de marcas
Ángel Concejo va más allá al señalar que el sector de los concesionarios -que da trabajo a 15.000 personas en la venta y postventa de vehículos- tiene un «problema de extenuación de sus estructuras financieras», por lo que no ve descabellado que «tras haber languidecido muchas compañías, se produzca en muchas provincias una concentración de distribuidores, en la que se quedarán en el camino muchos puestos de trabajo». Y es que, a la caída del negocio, hay que sumar, remarca, que muchas infraestructuras están sobredimensionadas por exigencias del fabricante, que demandaron en su momento concesionarios para mercados un 60 por ciento mayores que los que se requieren en este momento.

En Castilla y León, a pesar de que los concesionarios contaban con estructuras saneadas en 2007, explica Concejo, «empezamos aguantando la crisis, luego reestructurando, ajustando gastos, pero llega un momento en el que empiezas con calambres y acabas con roturas fibrilares».