El Papa condena el asesinato del ministro paquistaní

Ante unas 50.000 personas que asistieron a la plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice dijo que sigue "continuamente y con gran preocupación"las tensiones que en estos días se registran en diferentes países de África y de Asia.

"Pido al Señor que el sacrificio de la vida del ministro paquistaní Shahbaz Bhatti despierte en las conciencias la valentía y el compromiso para tutelar la libertad religiosa de todos los hombres y de esa manera promover la igual dignidad de todos", afirmó.

Ya el pasado día 2, el Vaticano condenó el asesinato del ministro paquistaní para las Minorías y subrayó que ese "incalificable acto de violencia es de una terrible gravedad".

"El asesinato de Bhatti es un nuevo acto de violencia de terrible gravedad y demuestra lo justas que han sido las intervenciones, insistentes del papa Benedicto XVI sobre la violencia contra los cristianos y contra la libertad religiosa en general", afirmó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Bhatti fue recibido por Benedicto XVI el pasado septiembre y Lombardi señaló que siempre dio testimonio de su compromiso en aras de la pacífica convivencia entre las comunidades religiosas de su país.

Shahbaz Bhatti fue asesinado el pasado día 2 en Islamabad cuando se encontraba en el interior de su vehículo y fue tiroteado por varios hombres que se dieron a la fuga.

Bhatti, el único ministro cristiano del gobierno de Pakistán, estaba en el punto de mira de los grupos integristas islámicos por abogar por la reforma de las leyes antiblasfemia del país.

Hace un par de meses también fue asesinado el gobernador de la provincia de Punyab, Salman Tasir, asimismo crítico con las leyes antiblasfemia.

Tasir y Bhatti apoyaron públicamente a la campesina cristiana condenada a muerte por blasfemia Asia Bibi, acusada de haber insultado a Mahoma.

El pasado enero, Benedicto XVI pidió a las autoridades de Pakistán que supriman la ley contra la blasfemia, al considerar que sirve de pretexto para cometer injusticias y violencia contra las minorías religiosas, y exigió la puesta en libertad de Bibi.