Perpetuar un nombre para mantener la senda del éxito

MADRID- La cuarta generación del Renault Clio ya está disponible en nuestro mercado, y supone una renovación tanto a nivel estético como mecánico. En lo que atañe a su nuevo diseño, con diferencias respecto al diseño anterior, el nuevo Clio ha crecido. Es algo más largo, un poco más ancho y más alto y sorprende que sólo se fabricará con una carrocería de cinco puertas, aunque las traseras pasan casi inadvertidas al estar la apertura disimulada en la ventana posterior. Se da así un cierto aire deportivo. Llegará el próximo año una versión familiar, pero nunca habrá una de tres puertas.

Están disponibles dos motores, uno de gasolina y otro de gasóleo, con varios puntos en común: los dos rinden 90 caballos y van equipados con turbocompresor. Buscando el máximo ahorro y las menores emisiones, ambos disponen del sistema «stop/strat» de parada y arranque automáticos. Entrando ya en detalles, el gasolina es un tres cilindros, con 900 cc, que acredita un consumo medio de tan sólo 4,3 litros. El diésel es un bloque de cuatro cilindros y 1,5 litros de cilindrada y consume una media de 3,2 litros. En el primer trimestre de 2013, está previsto el lanzamiento de un tercer motor de gasolina turbo. Un cuatro cilindros de 1,2 litros, con una potencia de 120 cv y que irá acoplado a una caja de cambios automática de doble embrague con 6 velocidades. Esta efectiva caja es la que se monta en el diésel antes comentado y ayuda a conseguir uno de los consumos más bajos en su segmento.
Si bien el nuevo aspecto exterior del Clio puede recordar en ciertos detalles al modelo anterior, en el interior el parecido es casi idéntico al del modelo eléctrico Renault ZOE, lo que le da un aire moderno, práctico y agradable. Puestos al volante, lo que más destaca es la consola central, en la que –según el equipamiento elegido– podremos encontrar el navegador con una pantalla de siete pulgadas, radio, conexión «bluetooth»... También en función del acabado, el nuevo Clio se ofrece con el sistema «R-Link» que no es otra cosa que una tableta electrónica integrada, que se sirve como equipamiento de serie u opcional. Esta tableta está integrada y conectada al vehículo y a internet. Con una pantalla de siete pulgadas alojada en el tablero central, se suman a ella diversas funciones, como navegador, programa de ayuda a la conducción para reducir el consumo o la posibilidad de descargar otras aplicaciones.

Entre estas últimas cabe destacar la denominada «Renault R-Sound Effect», capaz de sintetizar hasta seis tonos del sonido del motor distintos por medio de los altavoces del habitáculo. También se han previsto algunos detalles de personalización opcionales tanto en su exterior como en su interior: carcasas de los retrovisores en distintos colores y acabados, rejilla frontal, bajos de las puertas, llantas y decoraciones adhesivas en los techos. En su interior las opciones que se ofrecen son diversos tipos de volante, paneles de puertas y salpicadero en varios colores, así como también una lista de materiales para recubrir los asientos.