Sevilla

Zoido: un mes de pactos y equilibrios presupuestarios

El alcalde afronta su primer mes de mandato sin salirse de su programa

Zoido: un mes de pactos y equilibrios presupuestarios
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SEVILLA- Monteseirín dejó la hucha rota y Zoido, a un día para cumplir un mes como alcalde, ha ido tirando de equilibrios con el presupuesto para sacar adelante prioridades. Aunque aún no se ha abierto la veda de los cien días de gracia, de momento, la gestión del alcalde está siendo reconocida por propios (Arenas ha dicho que si es presidente de la Junta hará «lo mismo que Zoido») y respetada por extraños (Espadas reconoció en LA RAZÓN de Sevilla que «el alcalde está haciendo lo que tiene que hacer»).
Un mes atrás, los concejales del PP se encontraron los «cajones vacíos» y, ahora, se van llenando de facturas impagadas y sobrecostes, como el del túnel de Bueno Monreal, cercano a los tres millones. El dinero de los sistemas generales tendrá que ser cubierto con nuevas partidas. El Consistorio sólo dispone de 1,5 millones de los 172 de los convenios.
La organización, la falta de activos financieros y el desbloqueo de proyectos han sido las tónicas sobre las que ha ejecutado sus pasos Zoido. El alcalde habló de realizar una auditoría para conocer el estado real de las cuentas. De momento, nunca más se supo. La realidad se impone al deseo y cuanto peor imagen se venda del la ciudad más complicado resulta generar el estado de «confianza» para «atraer inversiones». Aquí se enmarcan proyectos como el de Ikea, para el que revisará el PGOU; y el de Altadis, con la que se ha reunido para desbloquear la situación «cuanto antes». La pelota para que estos proyectos lleguen a buen puerto está –o va a estar en breve– en los despachos de la Junta. Igual que la reclamación por otro modelo de metro.
El otro gran «gran poder» al que Zoido ha plantado cara ha sido Cajasol: solicitando la licencia de la Torre Pelli para no poner en riesgo la catalogación de Sevilla y amenazando con llevar a los tribunales un protocolo firmado por Monteseirín a dos días de las elecciones para permutar suelos por un traslado. Asimismo, ha pedido sitio en la Autoridad Portuaria.
Zoido habló en su investidura de «honestidad, lealtad, talento y diálogo». En su estructura organizativa ha tirado, como prometió, generalmente de funcionarios y técnicos. El PSOE ha criticado que los privilegios funcionariales elevan el coste. «No son amigos ni compañeros de agrupación, son profesionales que llevan toda la vida dedicados a una labor similar», recuerdan en el PP. Nada hay más caro que tener personal inepto –no apto–, cobren un euro o un millón. Zoido redujo el número de delegaciones y tiene en marcha una descentralización de los servicios hacia los distritos. Ha disminuido los cargos. De las contrataciones «a dedo», ha recortado hasta 23, con un ahorro superior al millón de euros. En los consejos de las empresas, ha dado sitio a la oposición, con una reorganización que le garantiza la mayoría.
Zoido ha renunciado a cobrar el sueldo, que se lo pagará el Parlamento. Respecto al diálogo, ofreció a PSOE e IU un pacto de mínimos sobre el que conjugar una política conjunta.
Problemas enquistados, como el de los eventuales de Tussam, se han solucionado con sorprendente facilidad; y ha logrado el «sí» para otros usos en Arte Sacro.
Como medidas de urgencia, ha presentado un plan para la mejora de los colegios, a pesar de los apenas 8.000 euros que quedan en las arcas para inversiones en los centros educativos. Malabarismos. Tras reunirse con los empresarios y los sindicatos, como previa para la Mesa por la Creación de Empresas y Empleo que arrancará en septiembre, anunció el pago prioritario a proveedores y la agilización de los trámites para los emprendedores, así como ayudas de 300.000 euros.
El modelo que pretende Zoido es el de la aprobación de la licencia de obras para Regiones Devastadas. Lista en cinco días, «tras ocho meses de paralización». «Efecto Zoido» llevado al Gobierno y posterior rentabilización mediática. El mayor gasto del equipo del alcalde se ubica en Comunicación y Asesoría.
El alcalde también ha mostrado su posicionamiento respecto a temas controvertidos. Su opción ha sido cortar por lo sano. ¿La bandera del orgullo gay en el Ayuntamiento? No, ni ninguna. Y los colectivos de gays y lesbianas, encantados con Zoido, con sus «facilidades» y su «actitud colaboradora» con la marcha del Orgullo del Sur. «Gobernaré para todos», dijo. Asimismo, se ha mostrado firme en la intención de dotar de un espacio digno al monumento de Juan Pablo II. En el «debe» del talante, un error en Twitter –«Yo (no) soy homófobo»– y la comunicación a un trabajador vía Facebook de la inminente salida del gerente de Tussam.
Todo esto lo ha hecho efectuando una especie de desdoblamiento entre oposicion-Gobierno. Zoido acapara todas las funciones, ante la «desaparición» en combate –salvo un par de comparecencias– de la oposición. Y sigue visitando barrios. El Vacie, uno de los que más, donde se han intensificado las labores de saneamiento y limpieza y las relaciones con los patriarcas.
Una promesa de próximo cumplimiento, en el primer Pleno que sea posible, será la derogación del Plan Centro. A pesar de que la última encuesta mostraba el respaldo ciudadano a esta iniciativa y a la ampliación del tranvía. «Tomo nota», ha dicho. Pero sin salirse del programa.


Con las gimnastas del Campeonato de España
El alcalde, Juan Ignacio Zoido, visitó el Campeonato de España de Gimnasia Artística Femenina en el palacio de deportes de San Pablo, donde saludó a las participantes. Gimnastas de trece comunidades participan en esta edición, que se clausura hoy en Sevilla, ciudad que ya acogió en el 2005 su último campeonato de España. La final y el acto de clausura contarán con la presencia de Juan Ignacio Zoido.