El presidente: «La reforma laboral me costará una huelga»

BRUSELAS- En español y grabado en vídeo. Mariano Rajoy confesaba ayer a su colega finlandés, Jyrki Kaitanen, que «la reforma laboral me va a costar una huelga general» mientras la cámara de televisión se centraba en ellos. También ocurrió lo mismo mientras el presidente del Gobierno español aseguraba, en otro momento, al primer ministro holandés, Mark Rutte, que «ahora llega lo más duro. Nos han dejado una herencia muy complicada, con un 8% de déficit».

Sin embargo, el presidente del Gobierno español no se tomó la filtración como una «faena». Al contrario: «Me sirve y me viene bien», dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo, para hacer comprender que «hay que hacer una reforma del mercado laboral que podrá no gustar pero es imprescindible». Rajoy añadio que espera «una buena disposición y sentido común porque España está en una situación compleja». Pero, aún así, aseguró que es consciente de que las medidas no serán populares, «que no van a gustar», pero añadió que si no las tomara, «sería un irresponsable». El jefe del Gobierno español explicó durante la reunión con sus colegas en Bruselas que el pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó la Ley de Estabilidad, que este próximo hará lo mismo con la Reforma Financiera y que inmediatamente después dará luz verde a la Reforma Laboral, en el Consejo de Ministros del próximo diez de febrero. Una reforma que será aprobada por el Gobierno después de que patronal y sindicatos no hayan podido cerrarla en su totalidad y que estará basada en la flexibilización del despido, la contratación parcial y la moderación salarial. Iniciativas que fueron recibiendo la aprobación de todos sus interlocutores que, como la propia canciller alemana Angela Merkel hizo esta semana, reconocen que España está haciendo sus deberes para salir de la crisis.