No ha faltado nadie por Carmen Gurruchaga

La capilla ardiente de Manuel Fraga se instaló en su domicilio de Madrid por expreso deseo de la familia. Aunque sólo asistieron los más allegados, no pudieron evitar la incesante presencia de personalidades de todos los ámbitos. A primera hora de la tarde los Reyes y la Infanta Elena se trasladaron hasta la calle Fernando el Católico para consolar a la familia. También Mariano Rajoy quiso manifestar su «su más sentido pésame», así como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y los ministros. José Ignacio Wert, de Cultura, definió al fallecido como «el eslabón entre las dos historias de España». También asistieron Ana Pastor, Jorge Fernández Díaz o Alberto Ruiz-Gallardón, pupilo político de Fraga quien reconoció: «De no ser por Fraga hoy no sería ministro». En el mismo sentido se expresó Celia Villalobos: «Él fue quien se empeñó en que fuera diputada en 1986». Otras personalidades que acompañaron a la familia fueron el presidente del Congreso, Jesús Posada; el del Senado, Pío García Escudero y el del Tribunal Constitucional, Pascual Sala; el ex presidente José María Aznar y Ana Botella, alcaldesa de Madrid. El eurodiputado del PP, Jaime Mayor Oreja, su tío Marcelino Oreja Aguirre y Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente del Gobierno visitaron la capilla. Fraga, como uno de los siete «padres» de la Constitución, también estuvo acompañado por sus compañeros: Miquel Roca, de CiU y José Pedro Pérez Llorca, de UCD. La izquierda le rindió el tributo que le negó en vida. Así, el ex presidente Zapatero enviaba un telegrama en el que subrayaba «el respeto que me merece una trayectoria tan importante en la consolidación de la democracia»; Rubalcaba y Blanco, que llegaron juntos, destacaron «su figura política y su manera de entender la democracia», el primero, y su gran labor al frente de la Xunta, así como el impulso que dio a Galicia, el segundo. Incluso el presidente de ERC, Oriol Junqueras, subrayó su «coherencia fundamental que nosotros no queremos poner en duda». Tampoco faltaron amigos como el periodista José María García o la cantante Encarnita Polo.