Intervención y cuidados en los implantes mamarios

El implante mamario es una prótesis de gel cohesivo de silicona que se coloca con la finalidad de aumentar el volumen o en pechos caídos o con pérdida de glándula para reposicionarla o dar volumen. La intervención, de una hora, requiere anestesia general y un día de ingreso. Ya en casa, la paciente hará reposo 3 ó 4 días. Éste consiste en no mover los brazos ni hacer esfuerzos. Entre los 7 y 10 días, la paciente puede incorporarse a la actividad normal sin realizar esfuerzo ni practicar deporte hasta pasadas 3 o 4 semanas. Tomará medicación para controlar el dolor y se hará unas pequeñas curas.

A partir del mes llevará una vida normal, sin limitaciones. El primer mes evitará tomar el sol en la zona porque la piel está más sensible. El primer año tendrá cuidado de que no le dé el sol en la cicatriz. Después precisará protección solar. El primer mes irá a revisiones semanales, después trimestrales y pasado el año cada dos años. En ellas se valorará que la mama y las cicatrices estén bien, que no haya hematomas ni contracturas y se controlarán los implantes mediante ecografía o mamografía. En principio si el implante no se rompe no se tendrá que recambiar.