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Las propuestas del sector

Preguntamos a diferentes sectores sanitarios cómo ven el panorama al que se puede enfrentar España para saldar su deuda:¿Están de acuerdo con un nuevo «medicamentazo»? ¿Creen que encajaría en nuestra sociedad el pago por consulta médica?¿Qué ejemplos de otros países cercanos podríamos adoptar para mejorar?¿Cuál sería su propuesta? 

La Razón
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«Es un problema para quienes no pueden pagar»
Juan Abarca Cidón
Sec. Gnral. Instituto para el desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS)

-El impacto del coste del medicamento está en función de la capacidad económica del que lo compra. Es en el fondo un copago para servicios esenciales con el que no estoy de acuerdo.
-En España ya hay 7 millones de personas que pagan un copago voluntario para servicios cubiertos por el SNS a un precio competitivo. Un copago para servicios esenciales no tendría ningún efecto beneficioso para el funcionamiento del sistema y sería un problema real para quien no pudiera afrontar el pago.
-En Inglaterra, la colaboración público-privada es un ejemplo, existe una agencia que evalúa la cobertura de la cartera de servicios en base a criterios de eficiencia (NYCE) y existe mucho más peso en la gestión por parte de los profesionales.
-Promover el copago voluntario a través de aseguradoras por medio de una desgravación fiscal para liberar al sistema del coste y del uso de recursos. Normalizar la colaboración entre la sanidad financiada por el sistema público y el sistema privado para aprovechar los recursos sanitarios. Definir claramente la cartera de servicios bajo la cobertura del sistema público y ver formas para poder acceder a las coberturas no cubiertas en relación con el sector privado.

«La financiación debe realizarse en función del poder adquisitivo»
Carmen Peña
 Presidenta del CGCOF

-Cualquier planteamiento que se haga en materia de financiación de medicamentos debería tener en consideración tanto la vertiente sanitaria como la económica, y que dicha relación sea coste-efectiva. Los medicamentos son aprobados por la Administración con una determinada utilidad terapéutica, a un precio concreto; y el objetivo es que se pueda disponer de todas las opciones terapéuticas que el prescriptor necesita para tratar al paciente a unos costes asumibles para el sistema sanitario.
-Este tipo de medidas tiene un efecto recaudatorio directo y una finalidad disuasoria para evitar un uso inadecuado de los servicios sanitarios. La consecución de estos objetivos nunca debe afectar a la calidad, ni el acceso a la prestación, por parte de los pacientes.
-Cada sistema tiene sus particularidades, por lo que extrapolar e implantar medidas de otros países requiere de un análisis de impacto sobre nuestro modelo sanitario. En España, existe copago en los medicamentos. Lo que se debe estudiar es si éste cumple con las necesidades sanitarias y económicas reales de la sociedad.
-Mi propuesta es aquélla en la que el paciente no se vea perjudicado, y donde la aportación del ciudadano a la financiación y sostenibilidad del sistema sanitario se realice en función de su poder adquisitivo. Un poder adquisitivo que puede variar en el tiempo por determinadas circunstancias económicas, familiares o por cuestiones de salud; y hoy en día tenemos las herramientas tecnológicas para personalizar en tiempo real la aportación del paciente.

«Hay que preguntar si quieren pagar más o perder servicios»
Máximo Glez. Jurado
Pte. Consejo Gral. de Enfermería

-El término copago no es correcto, sino repago, ya que los ciudadanos ya pagamos la asistencia sanitaria con impuestos y de forma solidaria.
-Hay que evaluar en su totalidad al SNS y analizar sus ineficiencias políticas, de gestión y asistenciales y proponer medidas estructurales para todo el SNS de carácter vinculante. Pacto de Estado.
-Hay que ver cuáles son las posibilidades económicas reales de sostenibilidad. Si a pesar de ello no hay suficiencia económica, habrá que preguntar a los ciudadanos qué prefieren, si pagar más (vía impuestos, recetas, actos médicos, etc.), una reducción de la cartera de servicios o la recentralización de la política sanitaria. Lo que no es admisible son medidas coyunturales que no resuelven la situación de fondo, de carácter político y estructural.
-O se adoptan medidas cohesionadas y con autoridad para todo el SNS, o el planteamiento de copago tendremos que considerarlo como una vergüenza por parte de los políticos que no están a la altura de las circunstancias. No nos prestaremos a colaborar con ellos, sino que haremos frente a la mala gestión, al despilfarro.

«El copago es una barrera al acceso de servicios»
José Mtez. Olmos
Ex secretario Gral de Sanidad

-Hay que combinar medidas de ahorro y mejora de la eficiencia con otras que incrementen los ingresos. Entre las primeras, las compras centralizadas o el control del gasto en medicamentos han dado resultado. Entre las segundas, somos partidarios de más ingresos vía impuestos. Recortar prestaciones o hacer «medicamentazos» no es la solución, sobre todo si los ahorros o ingresos potenciales no tienen afectación finalista para los presupuestos sanitarios.
-El copago es una barrera al acceso de servicios. Pueden perjudicar la salud de los pacientes y en especial la de los de menos recursos. Los ingresos que se puedan generar por copago no tienen carácter finalista para Sanidad. Los recursos ingresados por copago pueden ir a finalidades diferentes, como a pagar la Formula-1.
-Tenemos un problema por la caída de ingresos derivada de la crisis económica y lo que hay que hacer es gastar bien y subir los ingresos vía impuestos para asegurar por esas dos vías recursos con afectación finalista para los presupuestos sanitarios.
-Por una parte, mejor gestión para conseguir ahorros y eficiencia en la línea ya desarrollada en la legislatura anterior con el control del gasto en medicamentos o la central de compras del SNS creada en 2010. Por otra, más ingresos vía impuestos como los de tabaco o alcohol o vía cobro a terceros (accidentes del hogar, accidentes laborales) cuando se atienden en el sistema público y hay un tercero obligado al pago. Ahora, si el Gobierno no se plantea que los ahorros y los ingresos tengan afectación finalista para los presupuestos sanitarios, será imposible lograr sostenibilidad.

«Me contentaría con que hubiera un consenso de Estado»
Roi Ruiz
Consejero de Salud de Cataluña

-Más que entrar a analizar las propuestas concretas, lo que hay que hacer es abrir primero un debate sereno y sin partidismos sobre cómo se pueden realmente obtener más recursos para nuestro sistema sanitario. Existen diferentes opciones y posibilidades que hay que analizar seriamente y consensuar. Creo que la finalidad –la sostenibilidad del sistema– justifica la necesidad de que haya un pacto.
-Cabe señalar que existen otras opciones diferentes de financiación más allá del mencionado copago, que quizás no sería la más idónea en el contexto actual, aunque ésta es una opción existente en otros países de nuestro entorno y que debería tenerse en cuenta también.
-En el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año 2010 se detallan una serie de modelos de ingresos adicionales para los sistemas sanitarios que han adoptado países de todo el mundo. Son bastante frecuentes los impuestos sobre el tabaco, por ejemplo. Debemos analizar qué modelo es el más adecuado para nuestro caso.
-De momento, y después de tantos años como han pasado sin tomar verdaderas decisiones, lo cierto es que me contentaría con que se abriera un debate y existiera un consenso a nivel de Estado sobre todas la necesidad de resolver la insuficiencia financiera crónica que existe en nuestro sistema sanitario. También es necesario estimular la conciencia social de que los servicios públicos, entre ellos los sanitarios, tienen un coste, aunque los ciudadanos no paguemos por ellos.

«Hay que valorar según la dolencia y la renta»

Carmen Valdés
Pta. Semergen Madrid

-Dejar de financiar medicamentos de precio reducido es un pequeño ahorro. Pero para personas con escasos recursos puede suponer dejar de comprar un producto básico de la alimentación, como la leche, por ejemplo. Se debería valorar siempre conforme a la patología y a la renta. No sería de recibo sacar productos baratos de la financiación y sustituirlos por otros con el mismo efecto pero con mayor precio.
-Como medida de contención, muchos médicos no la ven mal. Conocemos el abuso que se hace de la Sanidad como si fuese un producto gratuito. Lo que deben hacer las administraciones es consultar a los implicados en el sistema sanitario y no tomar medidas que puedan acarrear inequidad para los más desfavorecidos. La medida, encaminada a realizar un uso correcto del sistema, no tendría que suponer un problema siempre que lo generado revierta en el sistema sanitario.
--Tenemos un SNS que hasta ahora ha sido puntero, pero no lo estamos mimando. Es un bien con recursos materiales y humanos limitados, y se están acabando.
-Los gestores tienen la obligación de intervenir, aunque algunas medidas sean impopulares, pero siempre velando por los más desfavorecidos. Hay que consultar con los profesionales y escuchar sus propuestas antes de tomar decisiones.