Toros

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«Quieren que traguemos con esta hipocresía política»

Rosa Gil ha visto desfilar por su restaurante Casa Leopoldo a la flor y nata del toreo de todos los tiempos

Gastronomía taurina. Por Casa Leopoldo, en Barcelona, han pasado las grandes figuras del toreo
Gastronomía taurina. Por Casa Leopoldo, en Barcelona, han pasado las grandes figuras del toreolarazon

Al frente de Casa Leopoldo, Rosa Gil ha hecho de su restaurante una referencia para toreros y taurinos que, sin descanso, han poblado sus mesas durante décadas. De sus fogones han salido suculentos platos para paladares valerosos en el ruedo de todas las épocas. Un bastión para la tauromaquia en plena batalla nacionalista por borrar del mapa catalán cualquier vestigio perfumado de español, tenga o no cuernos, vaya o no vestido de luces.

–¿Acudirá hoy a La Monumental?
–Sí, por supuesto. Estoy entera, ahora mismo lo vamos macerando todo. Poco a poco nos preparamos para el momento. Luego, cuando salgan los toros y aparezca el toreo, también aflorarán los sentimientos y entre el clamor de veinte mil personas emocionados, no descarto que se me salten las lágrimas, porque, aunque nos tachen de lo contrario, nosotros también somos muy humanos.

–¿Teme que ni el último día les dejen ver toros sin ser los proscritos de La Monumental?
–No tengo dudas de que forzarán la provocación. Nos buscarán las cosquillas, nunca hemos entrado al trapo ni les hemos insultado, pero ellos insisten... Hasta me llevé un tomatazo en la cabeza por ir a los toros. Es complicado tener que soportar cada domingo las mismas bravuconadas, resulta muy desagradable. Han conseguido que, cuando llegamos a la plaza, evitemos ir por esa parte de la acera.

–¿Se imaginaba que iba a llegar este triste final?
–Sí, no me sorprende nada. En los últimos tiempos, Barcelona no era más que un goteo constante hasta llegar al derrame. Apenas hay 400 abonados de temporada. No es ni un ligero amago de lo que yo he conocido. Lo que nos da rabia a todos es la impotencia de que pretendan que traguemos con esta hipocresía política. Pese a todo, por mi orgullo, prefiero morir por la falsedad de otros que por inanición propia.

–A su negocio también le pasará factura el carpetazo político a la Fiesta, ¿no?
–Imagínese. Desde esta noche ya está el restaurante al completo para todo el fin de semana. Tengo todo el comedor al completo para el domingo desde hace un mes y medio. Sin oferta, los toros, no habrá demanda. No hay que olvidar que una figura del calibre de José Tomás mueve montañas. Prácticamente la mitad de la gente que irá a La Monumental no es de Barcelona. O viene a su reclamo o viene impulsado por el aliciente de ser las últimas funciones de la Historia.

–Por su mesa han pasado las figuras más colosales del toreo.
–También aquí se ha ido palpando la pérdida de fuerza del oleaje taurino en Cataluña. En los últimos tiempos, sólo José Tomás venía por aquí. Los tiempos han cambiado como los transportes y los diestros cada vez parecen más ejecutivos de empresa. Llegan por la mañana al hotel y rara vez se mueven, el apoderado y la cuadrilla van al sorteo, y ellos directos a la plaza, después de la corrida a otra ciudad. Se ha perdido ese romanticismo.

–Cualquier tiempo pasado fue mejor...
–Y tanto. Manolete, Arruza, Juan Belmonte, Julio Aparicio, Paco Camino, El Viti, Manolo Cortés, Jaime Ostos, Antonio Oróñez, Luis Miguel Dominguín, los Bienvenida... Todos pararon y pasaron por aquí a comer.

 –¿Desde cuándo se empezó a rumiar este antitaurinismo en una ciudad que presume de libertad y modernidad?
–Surgió maquiavélicamente. Fue una maniobra perpetrada por CiU con la inestimable colaboración de «Prou», liderada por un argentino con intereses afines llamado Anselmi. Fue él quien les hizo todo el juego. Como dice una frase muy aplicable a mi profesión: «Se juntó el hambre con las ganas de comer».

–No la veo demasiado optimista. ¿Tan poco confía en la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) taurina que pretende blindar la Fiesta o en el recurso presentado en el Tribunal Constitucional?
–No es problema de ser optimista. Más que todo eso, soy pragmática. Ni siquiera tengo muy claro que en caso de que se derogue la prohibición a la familia Balañá le interese seguir dando más corridas de toros en Barcelona. Son los propietarios tanto del coso como de la hectárea sobre la que se construyó todo el recinto. En los últimos años, sacar adelante toda la temporada generaba más pérdidas que ganancias. Yo soy empresaria y si me pongo en su piel, tampoco me saldrían las cuentas para obtener beneficios.

–Explíquese.
–Sin otro José Tomás o figura de su peso es imposible. Las anteriores temporadas que José Tomás estuvo en activo venía dos veces a Barcelona y sólo con sus dos paseíllos se equilibraba todo lo demás, aunque el resto no fuera de color de rosa. Este año sólo toreará hoy y el negocio es ruinoso. Las cifras son deficitarias, porque durante el verano en los tendidos sólo estaban los 400 abonados, la banda de música y los dos mil que se animaban a pasar la tarde del domingo. Un cartel muy parecido al de ayer no pasó de la media entrada.

–Usted estuvo durante unos meses al frente de la Plataforma para la Defensa de la Fiesta. ¿Qué pasó?
–Sí. Fui presidenta unos pocos meses: de julio de 2009 a marzo de 2010, que renuncié. Me lo pidió Luis Corrales, necesitaban una cara amable y con fuerza. Sin embargo, estaba decadente, no me convenció lo que vi y me borré del cartel.

–¿Quizás, aunque nos dé rabia, ha faltado el compromiso que sí han mostrado los antitaurinos?
–Ha habido una dejadez manifiesta. Sin olvidar nunca la injusticia y el atropello que vamos a sufrir, los propios taurinos se han dormido en los laureles. Hace años que ha podido más la codicia por enriquecerse de los toreros, ganaderos, veterinarios y empresarios. Desde el cambio hacia un toro más dulce y sin picante que comenzó en los tiempos de El Cordobés hasta los amiguismos a la hora de elaborar los carteles.

–¿Le preocupa que exista una onda expansiva fuera de Cataluña?
–En determinadas comunidades como Madrid o Andalucía parece impensable. Pero en otras puede repetirse el final si no cuidamos lo que hoy vemos tan lejano e imposible. Por otro lado, la crisis pasa factura a todos. La afluencia a los cosos se resiente y se ha reducido el número de festejos. En consecuencia, los ganaderos también tienen en las dehesas decenas de toros que no se han podido lidiar.

– ¿Y a partir de esta tarde...?
–Pues iremos de excursión como los Escolapios. A Zaragoza, a Castellón, a saber... Si viajamos y sale bien, volveremos; pero si encima de los costes de viaje, entradas y demás... no salen las cosas, cada vez costará más hacer el esfuerzo.


Las fechas de una prohibición
06 - abril - 2004
El Ayuntamiento de Barcelona vota a favor de declarar a la Ciudad Condal, contraria a las corridas de toros mediante voto secreto con 21 a favor, 15 en contra y 2 en blanco.
15 - agosto - 2004
Se impide el acceso a menores de 14 años en La Monumental.
11 - noviembre - 2008
El Parlamento de Cataluña acepta a trámite una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) promovida por la plataforma «Prou» para prohibir los toros.
08 - julio - 2009
La Comisión de la ILP constata que los promotores de dicha iniciativa han superado las 50.000 firmas necesarias para ser debatida en el Parlamento.
18 - diciembre - 2009
El Parlamento, mediante voto secreto, acepta debatir la prohibición con 67 votos a favor, 59 en contra y 5 abstenciones. PP y Ciudadanos manifiestan su rechazo a la iniciativa.
28 - julio - 2010
La cámara catalana decide acabar por ley con la Fiesta. Se registran 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones.
28 - octubre - 2010
Un grupo de 50 senadores del PP presenta ante el Tribunal Constitucional un recurso a ley aprobada por el Parlament.
25 - septiembre - 2011
La Monumental acoge su última corrida de toros, salvo indulto, con Juan Mora, José Tomás y Serafín Marín en el cartel.
01 - enero - 2012
Entra en vigor la ley que prohíbe la tauromaquia en Cataluña.