Fernando García: «En 4º de ESO me sentí frustrado no me aportaba nada»

«En 4º de la ESO empecé a sentirme frustrado. Me preguntaba que hacía en clase escuchando a un profesor que no me aportaba nada», explica Fernando García. Ahora tiene 20 años y estudia tercer curso de Ingeniería Química, pero no guarda buenos recuerdos de su paso por el Bachillerato. Fernando es uno de esos alumnos de altas capacidades que se quedan con «hambre» en la escuela por la falta de alternativas del sistema para los alumnos que sobresalen por arriba. «Creo que se debería dar una educación más personalizada para evitar que haya alumnos que se puedan descolgar de los estudios. Cuando cursé el Bachillerato no pensé en abandonar porque estaba muy convencido de que quería estudiar una carrera universitaria, pero valoré cambiar de centro», explica. Fernando lamenta que la Secundaria y el Bachillerato estén orientados hacia la Selectividad. «Es frustrante estudiar sólo para un examen. Demandaba algo más, una enseñanza orientada hacia el futuro, por eso creo que 4º de la ESO debería tener una orientación diferente para quienes quieren estudiar Bachillerato y para los que quieren cursar FP».

Felipe Baos: «Los módulos de FP no se valoran como deberían»
20 años / Estudiante de Informática
Felipe reconoce que la ESO no se le daba bien. Con 16 años, repitió dos veces tercero. «Una vez más, y me habrían expulsado», asegura. Para evitarlo, el joven fue reubicado en el curso de Diversificación, una clase adaptada a los alumnos que tienen problemas para estudiar. «Éramos menos en clase y los profesores nos ayudaban más», dice. Tras salir del instituto, Felipe entró en el módulo de Grado Medio de Electrónica. «Me fue genial. Mi familia no tenía que estar ya encima de mí». ¿Dónde estuvo la diferencia? «En que en la ESO estudias materias que no te gustan, mientras que en el módulo vas a aprender las cosas que realmente te interesan. Pones más ahínco», asegura. Para Felipe, «es necesario que el centro ponga más atención en los que necesitan más ayuda». Con todo, pese a su experiencia, cree que «los módulos no están tan valorados como deberían. A un chico universitario siempre se le verá como más cualificado». Ahora Felipe se encuentra en el paro, pero tiene un objetivo: acceder al Grado Superior. «Quiero hacer algo relacionado con la informática. He mejorado mucho, después de hacer prácticas en una tienda». Y luego, con suerte, espera meter cabeza en una empresa.