Fin de un curso político marcado por la crisis

MADRID- Se acaba el curso político. Ayer, la presidenta de la Comunidad y el alcalde de la capital se despidieron hasta septiembre. Estarán de vacaciones hasta la última semana de agosto, pero ayer no quisieron despedirse de sus quehaceres sin hacer un balance del último año.La crisis y su repercusión sobre Madrid centraron las reflexiones tanto de Esperanza Aguirre como de Alberto Ruiz-Gallardón. La primera aseguró que, a pesar de la complicada coyuntura económica, la Comunidad de Madrid está «varios puntos por delante del resto» de autonomías en los indicadores económicos que evalúan la crisis.«No somos ninguna isla y estamos atacados también», aseguró la jefa del Ejecutivo regional, quien asimismo apuntó que esto no ha sido impedimiento para que su gobierno haya seguido cumpliendo «con sus obligaciones estatutarias y legales». Este año, para Aguirre ha sido el de la aprobación de leyes de la importancia como la de la Autoridad del Profesor. «En tiempos de crisis la educación es algo fundamental», concluyó. La presidenta no volverá a reunirse con sus consejeros en Consejo de Gobierno hasta el próximo 26 de agosto.En el caso del alcalde de la capital, la valoración económica vino acompañada de la queja por la falta de acuerdo con el Gobierno para la reforma de la financiación local. Para Gallardón, la crisis ha determinado «el 99 por ciento» de las decisiones adoptadas por el Ayuntamiento madrileño y ha obligado a adoptar medidas «necesarias aunque algunas incómodas y duras». Sistema de financiaciónIgualmente, si bien echó en cara al Estado el «no proporcionar un sistema de financiación» a los consistorios con una reforma eficaz de la ley, reconoció haber «aprendido la lección» del recurso a la venta de suelo que, tras la crisis inmobiliaria ha puesto en evidencia que «no podemos depender de la coyuntura económica para financiar los servicios que presta el Ayuntamiento». De cara al próximo mes de septiembre y a las elecciones autonómicas y municipales que se celebran en 2011, el regidor madrileño aseguró que su equipo de gobierno mantendrá «toda la atención concentrada en la ciudad hasta el último día sin distracciones en sus obligaciones con los madrileños».

La campaña comienza... en septiembreJunto al balance de los seis primeros meses del año y el fin de un arduo curso político llega la inevitable predicción del futuro a un mes vista. El denominador común para todos los actores de la palestra madrileña son las elecciones autonómicas y municipales en 2011. Queda menos de un año y todos son conscientes de que este mes de agosto es el último respiro antes de entrar en precampaña en septiembre. Mientras unos se pelean por ser candidatos, otros ya trabajan en cómo van a elaborar un programa que ilusione de nuevo a los madrileños en plena crisis, con las altísimas tasas de paro y con un presupuesto similar al de hace siete años. La situación es muy difícil y todos apelan al «fair play» para disfrutar mejor de los días de descanso.