Auto-Res se enroca

MADRID- Mientras que a nivel nacional los sindicatos han decidido aplazar las huelgas al mes de septiembre, cuando se trata de Madrid, las protestas se adelantan. A la huelga salvaje de Metro de principios de julio, se unieron las amenazas del sector del taxi y de los basureros. Las dos últimas finalmente no se cumplieron, pero aparecieron otras nuevas. Y es que, los conductores de la compañía de autobuses Auto-Res, que conectan la capital con la mayoría de destinos turísticos de Levante, ya se plantean endurecer las condiciones de la huelga que, desde el mes de abril, mantienen de forma intermitente. Al igual, que los controladores aéreos, los trabajadores de Auto-Res utilizarán el verano para aumentar la presión contra la empresa y frenar los despidos producidos esta primavera, así como la reducción de salario de un 8%, que ya se les ha aplicado.

En los dos días de paros que llevan en el mes de agosto, ya han afectado a unos 12.000 viajeros que confiaron sus vacaciones a Auto Res. Por delante quedan ocho días de protesta parcial o total que, hasta ahora, los viajeros aceptaban con estoicidad. Sin embargo, ayer por parte de UGT, uno de los sindicatos con representación en el Comité de Huelga, ya se planteó subir el tono: no respetar los servicios mínimos del 30 por ciento desde el día 13 de agosto e iniciar una huelga indefinida a partir del mes de septiembre, para el que sólo hay un día de paros programado, el 1.

La noticia cayó como un jarro de agua fría entre los viajeros que ayer hacían de la Estación Sur una gran sala de espera. Y es que, hasta ahora, podían reprogramar sus viajes cambiando de día el billete, sin embargo si se incumplen las «reglas» de la huelga, ya no sabrán a qué atenerse.