A más curvas más éxito

Los encuestados de NC Report demuestran sin rubor su querencia por las curvas. Para un 63,6% de los preguntados, un cuerpo bien moldeado le procura a la mujer que lo ostenta más éxito si su propósito es seducir. Seguro, son féminas más rotundas cuyo cuerpo merece ser explorado con un plus de intención, porque donde hay curvas no faltan las buenas intenciones.

También les guía el buen criterio al 62,2% que afirma que las mujeres con curvas no están pasadas de moda. Sí... pero, a qué engañarnos, las pasarelas de moda son pródigas en mujeres lineales. Algunas de ellas, las menos, se reducen a ser meras perchas –literal, porque suelen tener los hombros muy anchos– de los diseños que lucen, cuando no eclipsan.

Al sentido de la estética se une el del sentido común cuando un abrumador 72,2% afirma que no por tener menos curvas se es menos femenina. La feminidad es, sobre todo, una actitud que se cultiva con el paso de los años. Las curvas sólo demuestran que la naturaleza ha sido generosa con algunas mujeres. También cabe destacar, ignoro si lo dicen por figurar o movidos por la convicción, que un 94% de las encuestadas se niegan a operarse para tener más curvas, porcentaje que no difiere demasiado del el 82 % de los hombres que no son partidarios de que su pareja se opere para transformar su cuerpo.

Todo es subjetivo, pero hay una respuesta que me inquieta: ante la posibilidad de que sea más sexy Kate Moss o Jennifer Lopez, un 66,4 % opta por la hispana, pese a que la modelo es sinónimo de éxito allí por donde pisa y es considerada un icono contemporáneo. En mi humilde opinión, el término sexy es incompatible con Jennifer López por una razón muy comprensible: no es ordinaria, no, es lo siguiente. López es el ejemplo pluscuamperfecto de una mujer que es una ingrata con sus curvas. La ropa con las que las acompaña no es que la resalten, que también, más bien la maltrata sometiéndolas a tantas apreturas.