Geografía femenina por Marina CASTAÑO

Que a estas alturas del conocimiento del cuerpo humano los puntos del placer femenino estén todavía debatiéndose parece increíble. Es cierto que los de los hombres son más sencillos porque también son más básicos, o sus claves están más a la vista, o han sido más estudiados, no sé. También es cierto que la anatomía femenina es, quizá, un poco más complicada y que las zonas erógenas que hay que estimular para alcanzar el orgasmo están más escondidas. Incluso que por múltiples razones la mujer se ha inhibido de manifestar qué caricias necesita para sentir placer. En medio de todo, menos mal que se sigue indagando para poner de manifiesto ese «detalle sobre la localización de las áreas sensoriales correspondientes a la anatomía femenina», y sus últimos hallazgos, publicados en el último número del «Journal of Sexual Medicine». Ocurre que, inexplicablemente, muchas mujeres siguen fingiendo en la cama, en lugar de «conducir» a su pareja por los lugares adecuados que deben activar para recibir tanto como dan. Pero lo que ha quedado patente una vez más, visto lo visto, es que el principal órgano sexual es el cerebro, y que él maneja todas nuestras sensaciones. También es cierto que el mundo del sexo es un mar sin orillas y que la búsqueda del placer ha de ser un juego apasionante que no se debe olvidar en ninguna etapa de la vida. Las sensaciones de cualquier tipo cada quien las vive de forma distinta, sí, pero un devenir carente de ellas es también una existencia con pocos alicientes.