Bruselas
Oxígeno por Javier Flores
La sorpresiva intervención de Rehn, que provocó una primera reacción en el mercado fue negativa, con apreciación de la prima de riesgo y caídas en el Ibex, había levantado todo tipo de especulaciones, desde el temor al inicio de un procedimiento sancionador contra España por déficit excesivo, hasta el anuncio de una eventual petición de rescate. Sin embargo, puede perfectamente enmarcarse en el ámbito de la cada vez menos disimulada guerra dialéctica entre la Comisión Europea y el FMI, cuya directora gerente, Christine Lagarde, admitía recientemente: «Claramente tenemos diferentes puntos de vista». Un contexto en el que la Comisión Europea quiere hacer valer su criterio y mete prisa, ya que hace poco se instaba al Gobierno español a dar a conocer los recortes previstos en 2014, y exigía que concretase pronto medidas ante el más que probable incumplimiento de los objetivos de déficit en 2012, 2013 y 2014. Unas peticiones con cal y arena que ayer fueron reiteradas, aunque no sin matices. Por una parte, reconoce la Comisión los esfuerzos llevados a cabo por el Gobierno para controlar el déficit, que si bien excederá los objetivos deseados, evoluciona estructuralmente de acuerdo con las peticiones de Bruselas. De este modo se da un balón de oxígeno a Rajoy a corto plazo, aunque se reitera la petición de medidas adicionales para 2014. Sin embargo, se fija la fecha de febrero para hacer una revisión de una situación, que desde Bruselas se entiende como de incertidumbre e insuficiente en el momento actual. Mediante este aplazamiento y hasta febrero se da un voto de confianza al Ejecutivo para llevar a cabo las medidas que estime necesarias o suficientes para cumplir los compromisos adquiridos. Sobre el rescate soberano, sin novedades: la iniciativa de la petición corresponde al país que lo solicite.
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