Comunidad de Madrid
Un despiste con trágico final
Todo sucedió en un instante. Unos segundos fatales, cercanos a las diez de la mañana, en los que un niño de sólo dos años y medio se subió en un cubo y cayó desde la terraza de la cocina de un cuarto piso. Su madre no se dio cuenta de nada. Aún buscaba a su niño por la casa cuando Ángel, un vecino del inmueble, le avisó de lo ocurrido por el portero automático
El pequeño murió una hora más tarde en el Hospital Niño Jesús, por los diversos traumatismos sufridos por la caída. Fue atendido por los servicios de emergencias de la Comunidad de Madrid y trasladado en helicóptero al Hospital 12 de Octubre.
«Es una maravillosa madre que cuida a sus hijos de una forma especial, que está pendiente de sus dos niños y no vive más que para ellos», aseguró a Efe una vecina del inmueble de la calle Orquídeas de Móstoles. «No ha sido imprudencia de la madre, ni mucho menos, sino que los niños son imprevisibles», añadió.
La pareja, de origen marroquí, tiene otro hijo mayor que estaba en el colegio cuando ocurrió el accidente. La madre, que bajó corriendo a la calle tras ser alertada, tuvo que ser atendida por sufrir una crisis de ansiedad; el padre del pequeño, que se encontraba trabajando en el momento del trágico accidente, acudió hasta la casa sólo unos minutos después del suceso. Hacía tiempo que tenían «todo el piso con rejas, salvo un trocito de la terraza», que es por donde el niño pudo asomarse y precipitarse al vacío, apuntó la misma mujer.
Ángel y Maite, vecinos de la familia marroquí, fueron los primeros en acudir en ayuda del niño y la madre. «Yo he subido a su casa –explicó Ángel– y he guardado las llaves de casa. Mi mujer ha bajado corriendo con ella, porque estaba desquiciada», explicó a Europa Press. A Carlos, que vive en el primer piso del mismo edificio, le alertó su madre, quien, a gritos, le pidió que bajara a la calle, donde la mujer se encontró con el pequeño tendido en el suelo. Entre Carlos y Maite intentaron reanimar al niño herido hasta que llegaron los servicios de emergencias. «Hemos hecho lo que hemos podido, pero el niño estaba muy mal», declararon.
Aunque varias unidades de la Policía Nacional se trasladaron al lugar de los hechos, según fuentes de la Jefatura Superior de la Policía en Madrid, no abrirán una investigación sobre las causas del suceso puesto que se debió a un accidente.
Con la muerte de este niño, al menos nueve menores han perdido la vida desde 1999 en la región madrileña al precipitarse al vacío desde ventanas, terrazas o balcones de viviendas, y es el segundo caso que ocurre en Móstoles. El último sucedió el 22 de abril de 2009, en Humanes, donde murió un niño, también de tres años, al precipitarse desde un quinto piso cuando se encontraba acompañado de sus abuelos.
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