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agustíngarcía calvo

La Razón
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Que la información de mundo, hechos, vidas, costituye la realidad de vidas, hechos y mundo, o, dicho al revés, que lo que es real es la información, ya venían ustedes sospechándolo por lo bajo, y hasta los físicos cuánticos se encuentran con que la realidad de los entes subatómicos no se distingue en nada de su poder de emitir y recibir noticia unos de otros, y su cálculo produce su realidad: "It from Bit", que alguno ha dicho. Lo que hoy deseaba era mostrarles cómo "la serpiente se muerde la cola", y me da motivo un filme en que un genio informático, tras montar un blog con una escala de lo buenas que están las chicas de su campus, se hace programador de una cadena seria y luego, tras aliarse con un divo del rock , que, drogota y todo, tiene una visión global del negocio, y dejar al paso a su socio y mejor amigo, acaba por tener más miles de visitantes que nadie y hacerse así el más joven multimillonario; y eso con las caras y gestos que ponen todos de estar al tanto de los intríngulis de la red, no ya la informática, sino la económica; aunque dejándole al personaje, no parezca que no es humano, algún rasgo conmovedor. Y uno, que sufre cada día las torpezas, retrasos, consultas inútiles, que nos embrollan la red informática universal, se queda rezongando que, si eso de la película era así en 2003, ¿a qué millonerías de visitantes y dólares habrán llegado a estas horas todos los superprogramadores algo listos?
No digo yo que eso no sea real, que la información no se esté tragando lo que nos quedaba de palpable y vivo, no: las cosas son así. Pero nunca son así del todo, y por eso hacen falta películas como esa (y todos los medios que nos sirven la realidad cada mañana) que lo presenten como lo más natural del mundo y sostengan la fe que el Señor necesita siempre. Así es como la información nos hace la verdad de la realidad, que nunca acaba de ser verdad.