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«Las poleas de los botes no bajaban Temí lo peor»

«Las poleas de los botes no bajaban Temí lo peor»
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MADRID- A Purificación Balbás la convencieron para irse de crucero. No fue fácil, porque le da fobia el agua, aunque la idea de ver todas esas ciudades del Mediterráneo sí que le motivaba. Balbás, de Torrelavega (Cantabria), no trajo consigo ni una fotografía, ni un recuerdo del «Costa Concordia». Sin embargo, las imágenes de la tragedia las describe con gran nitidez. Recuerda cómo 25 minutos antes de que sonara el gran estruendo vio al capitán «con una chica rubia, muy jovencita». Su propia teoría es que Francesco Schettino estaba a otros menesteres y «ni se enteró».

También explica cómo se ralentiza el tiempo en los momentos de pánico, cómo tuvo que correr con vestido, medias de cristal y zapatos de tacón por todo el crucero, y cómo la angustia le recorría el cuerpo en los resbalones, cuando tocó el agua y, sobre todo, al ver que, una vez que logró un chaleco salvavidas por el caos y la «falta de profesionalidad de la tripulación» y ya colocada en la zona donde se encontraban los botes salvavidas, «las poleas que los sujetaban no bajaban. El barco se inclinaba cada vez más. Unos, que habían sido nuestros camareros, empezaron a romperlas con hachas», cuenta mientras le tiembla todo el cuerpo al pensar en lo que le pudo haber pasado.

Tras el incidente, le dolía mucho la espalda y le dio un tirón en el pie, «al principio pensé que era del cansancio, pero hoy iré al médico». Balbás teme que las secuelas y el trauma que le queden sean peor con los días y que se manifiesten en forma de pesadillas.

«Mucho que celebrar»
Balbás, que es peluquera, todavía no ha hecho inventario de lo que se ha quedado bajo el agua. «Me llevé todo lo mejor, ya que era un crucero de lujo, la gente iba muy elegante». Incluso ella y su amigo Alfredo –quien la convenció para ir– se olvidaron las llaves del coche. Volver desde Barcelona a casa fue otra odisea. Y por supuesto, ayer tuvo cita para renovar el DNI, el carné de conducir, las tarjetas de crédito y todo.
No obstante, la cántabra reconoce que tiene mucho que festejar: los dos volvieron sin graves heridas y permanecieron juntos. Balbás asegura –precisamente ayer era su cumpleaños– que celebra que «ha vuelto viva, que no se quedó allí y que adora la vida». En suma, que ha vuelto a nacer, pero no cree que vuelva a montar en barco.

 

Aconsejan denunciar en Italia
Carlos Villacorta, de BCV abogados, recomienda que lo denuncien en Italia, ya que allí la jurisprudencia tiene en cuenta el «prejuicio de angustia», pues la mayoría de los afectados ha vivido momentos de pánico, estrés... y así las indemnizaciones serán más altas que en España, por ejemplo, donde esto no se tiene en cuenta. «Es bueno que se agrupen, para hacer la mayor presión posible y, encima, reducir gastos», aconseja el letrado. Los afectados en España ya han anunciado que tomarán las medidas oportunas y Villacorta cree que se asociarán todos los afectados para denunciar a la compañía responsable del crucero.