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La UE rechaza registrar la marca «Hijoputa»
El Tribunal General de la UE ha rechazado hoy el registro comunitario de la marca cántabra de orujo "¡Que buenu ye! Hijoputa, al considerar que esta denominación es "contraria a las buenas costumbres"y puede resultar "ofensiva"para los consumidores hispanohablantes.
La corte de Luxemburgo ha desestimado el recurso interpuesto por el representante de la empresa cántabra fabricante de dicho producto, Federico Cortés del Valle, después de que la Oficina de Marcas Comunitarias (OAMI) denegara su registro a nivel europeo.
En su sentencia de hoy, el tribunal europeo ha dado la razón a la OAMI, que rechazó la tramitación de la marca de licores al considerar que su contenido podría resultar ofensivo para el público hispanohablante.
Al igual que la OAMI, el Tribunal General señala que el término "HIJOPUTA"tiene el mismo significado que la expresión "hijo de puta", dado que la omisión de la preposición "de"no cambia su sentido.
El Tribunal ha tenido en cuenta la definición de dicha expresión incluida en el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia ("Mala persona. Insulto»), de la que se desprende que el término controvertido "se percibe claramente como un insulto en el lenguaje común"y puede "ofender a cualquier persona normal que lo perciba".
Según la sentencia, el consumidor medio y representativo "de una moralidad pública alejada de los extremos", percibirá la expresión "como gravemente ofensiva y por ende moralmente reprochable".
El titular de la marca, sin embargo, alegó que el público objetivo del producto no percibe el término como peyorativo o contrario a las buenas costumbres, sino más bien "como un término jocoso".
El Tribunal reconoce que en circunstancias específicas la marca podría percibirse "con una connotación jocosa o cariñosa", pero añade su representación escrita "sin tono, ni gesto"no ayuda a dicha interpretación y señala que este contexto "no es representativo del consumidor medio".
Además, subraya que la connotación no hiriente del término es parte "parte de una jerga utilizada por un círculo minoritario de personas, probablemente poco o nada sensibles a este tipo de expresiones".
El Tribunal tampoco tuvo en cuenta el argumento del demandante basado en la venta de 200.000 botellas del producto "sin que ninguna asociación de protección de los consumidores haya formulado objeción alguna".
Para la Corte de Luxemburgo, el significado intrínseco del término "no se ve afectado por la existencia o inexistencia de objeciones formuladas por asociaciones de protección de los consumidores".
Por estos motivos el Tribunal ha decidido denegar el registro de la marca y condenar en costas al representante de la compañía Federico Cortés del Valle S.L., con sede en Camargo (Cantabria).
El dueño ve la sentencia desproporcionada
El gerente de la empresa, Federico Cortés del Valle, considera "desproporcionada"la sentencia y ha indicado que, en este caso, la expresión no es injuriosa sino de admiración.
Cortés del Valle ha explicado que la expresión "HIJOPUTA"resulta injuriosa si hace referencia a las personas pero no si está relacionada con un producto como el orujo que, cuando es bueno y gusta, produce expresiones como "¡Qué bueno está el hijoputa!". "Lo que se podría considerar como una palabra injuriosa, aquí es de admiración", ha indicado el gerente de la empresa, quien ha indicado que sus abogados están estudiando la sentencia para plantear un posible recurso.
Tras asegurar que la decisión de la corte de Luxemburgo supone un perjuicio para la expansión de la empresa, Cortés del Valle ha explicado que cuando en 2002 empezaron a comercializar bajo este nombre el orujo las autoridades españolas también rechazaron registrar esta marca, aunque eso no ha impedido que el orujo se haya comercializa con normalidad bajo este nombre.
Sin embargo, la empresa consiguió registrar la marca "Que buenu ye"e "HIJOTUTA"-en similitud con "HIJOPUTA"-, así como la etiqueta con la que se envase los diferentes tipos de orujo que comercializan, desde el orujo de miel, al blanco o el de limón, pasando por la crema de orujo, entre otros. Pero no solo la etiqueta de este orujo resulta llamativa.
La contra-etiqueta también recoge algunos dedicatorias que no pasan desapercibidas, como una que, según Cortés del Valle, se supone que es de Simón Bolivar y que dice así: "Qué triste es contemplar a la mujer que uno estima, tirada en un muladar, con un hijoputa encima, tú, sin poderla catar, y él lima que lima".
Por otra parte, Cortés del Valle ha explicado que hace años también intentó sin éxito registrar la marca "69, de puta madre"que, más tarde, registró un italiano que, gracia a esta frase, ha vendido millones de camisetas, según ha indicado.
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