Iván Fandiño mostró profesionalidad y cortó una oreja en Cali

Tarde aburrida la del jueves en Cañaveralejo por culpa de la mansedumbre del ganado de Ambaló. Una tarde en la que el único español incluido en el cartel, Iván Fandiño, logró pasear una oreja, que hubieran podido ser dos de no haber pinchado al sexto.

Supo el vizcaino hacerse con la embestida de su primero, un animal reservón al que quitó por tafalleras. Ya con la muleta lo embarcó muy bien evitando que el animal se rajase. Hubo tandas muy profundas en una faena que tuvo su justa medida en el tiempo. Mató de una estocada entera. Con el que cerró plaza echo mano de recursos técnicos para sacar así agua de un pozo seco. Optó por aprovechar el pitón derecho, el mas potable de una res que consiguó meterse en el canasto.

Pepe Manrique se las vio con un primer ejemplar sin opciones y con cierto peligro. Como no lo vio demasiado claro optó por quitárselo pronto del medio. El cuarto fue un manso con peligro que le buscó las zapatillas y le pegó una voltoreta que obligó a trasladarle a la enfermería.

El desrazado segundo de la tarde embistió siempre con la cara a media altura y se fue poco a poco parando sin que Ramses pudiera construir la más mínima faena. Ante el quinto, otro manso sin raza, se estrellaron de nuevo las ganas e ilusiones del diestro. Marró en ambos con la tizona.

Plaza de Cañaveralejo, Cali (Colombia). Toros de Ambaló, desiguales de presentación, mansos y desrazados en general. Pepe Manrique, silencio en el único que mató; Ramsés, silencio y silencio tras un aviso e Iván Fandiño, oreja y saludo. Tres cuartos de entrada en los tendidos.

Ya por la noche tuvo lugar un festival en el que se lidiaron reses de Las Ventas correctas de presentación y de buen juego, siendo el primero premiado con la vuelta al ruedo. Ramiro Cadena, oreja; Luis Bolivar, saludos; David Mora, silencio; Daniel Luque, saludos y Alzate, silencio. Tres cuartos de entrada.